Las bodegas de Ourense buscan cómo paliar el déficit de temporeros

Las bodegas, especialmente las industriales, están teniendo dificultades para disponer de temporeros para las labores de la vendimia, que en algunos casos ya se ponían en marcha en días pasados con la recogida de la variedad más madura como el godello, aunque será en este fin de semana y a partir del lunes cuando se intensifiquen los trabajos como es el caso de la Cooperativa Viña Costeira o la Bodega Coto de Gomariz, en la Denominación de Origen Ribeiro. Los estudiantes eran un buen recurso hace años, pero el adelanto del inicio del curso ha cerrado esa posibilidad, así que muchos de los bodegueros echan mano de residentes en el entorno que repiten de anteriores campañas, de las empresas que suministran personal e incluso de ONGs, según explicaban los responsables de Viña Costeira. Esta bodega es una de las que necesita más trabajadores, en torno a 80 para vendimiar, para la recepción de la uva, y posteriormente para los trabajos en la misma bodega, para los que se necesitan 40 personas durante tres o cuatro semanas. Si las condiciones climatológicas son favorables prevén iniciar la recolección este domingo seleccionando las uvas para el tostado y empezar ya con fuerza el lunes, si bien por el momento cuentan con 60 trabajadores y están buscando 20 más. “Cada ano que pasa hai menos xente dispoñible e temos máis dificultades para topar temporeros”, matizan. Esta bodega ya tiene mecanizada la vendimia en un 20% de sus propios viñedos, y facilita la maquinaria a socios y proveedores siempre que sus fincas tengan la suficiente superficie, amplitud de maniobra y una antiguedad mínima de cuatro o cinco años. En Coto de Gomariz emplean entre 20 o 30 temporeros, la mayoría de la zona y contratados a través de una empresa. “Tenemos los 30 pero siempre puede haber bajas y hay problemas para encontrar gente”, explican en la bodega. A las pequeñas bodegas les resulta menos complicado porque necesitan menos personal, mientras que “colleiteiros” y viticultores, en su condición de autónomos, acostumbran a apoyarse unos a otros para la vendimia. La Ribeira Sacra y Valdeorras A medida que se avecina la temporada de vendimia en las D.O. Ribeira Sacra y Valdeorras, un problema recurrente y creciente ha vuelto a surgir, la escasez temporeros dispuestos a trabajar. Este desafío ha generado preocupación en la comunidad vitivinícola campaña tras campaña. Antonio Lombardía, presidente de la D.O Ribeira Sacra manifestaba que “é un problema moi importante cada temporada, xa que antes era un traballo máis a nivel familiar”, y añade que “ademais agora os universitarios comenzan antes as clases e a vendimia adiántase”. Explica Lombardía que “agora nas bodegas recúrrese ás empresas de servizos que traen temporeiros de fóra para cubrir esta demanda, pero realmente é un problema en cada inicio de vendima”. Desde el Consello Regulador de Valdeorras también coinciden en la problemática, en donde la falta de cooperación familiar y de vecinos en las labores de vendimia ha supuesto la pérdida de mano de obra. Además, en la actualidad se han reducido notablemente los vendimiadores locales que hacían el trabajo como un complemento económico y son varias las bodegas que se ponen de acuerdo y traen temporeros del sur, africanos e hispanos americanos para estas labores.