La Corporación aprobará mañana el proyecto, que supone una inversión de 1,2 millones de euros

Una captación en el río Miño solucionará la presencia de arsénico en el agua de Cenlle

Una nueva captación en el río Miño logrará solucionar el problema que arrastra desde el pasado año el Concello de Cenlle al ser detectado arsénico en sus pozos de abastecimiento a las viviendas de Razamonde, Laias y Barbantes. El pleno de mañana aprobará el proyecto, que requiere una inversión de 1,2 millones de euros, de los que el 70% corresponden a Augas Galicia, y el resto a las arcas municipales. El bombeo se realizará a lo largo de dos kilómetros hasta un depósito, que suministrará al municipio.
La Corporación de Cenlle, que preside del ’popular’ Manuel García Montero, debatirá mañana en una sesión ordinaria de pleno la aprobación del proyecto para la realización de una captación de agua en el río Miño, destinada a dar cobertura al suministro de todos los pueblos de este concello de O Ribeiro.

La financiación del proyecto corre a cargo de Augas de Galicia, de la Consellería de Medio Ambiente, en un 70% del presupuesto total, que asciende a 1.265.000 euros. El resto corresponde al Concello, aunque el alcalde aseguró que ’faremos a aportación como podamos, pero de momento aínda non decidimos como imos a facelo’.

El bombeo se realizará en el río Miño subiendo el agua a lo largo de una tubería de cerca de dos kilómetros de longitud hasta la cima de un monte. Allí se construirá un depósito con la capacidad suficiente para surtir a los 1.600 habitantes de Cenlle y una depuradora. A partir de ahí, el agua bajará a los pueblos por su propio peso a través de las conexiones que se establecerán con la red de abastecimiento ya disponible.

La nueva captación en el Miño vendrá a solucionar pequeños problemas que surgen en algunas localidades en época de sequía y lo que es más importante, según valoró Manuel García, es que pondrá fin definitivamente a la situación generada en Razamonde, sobre todo, y en algunos otros pueblos como Laias y Barbantes, en menor medida, por la existencia de arsénico en el agua de los pozos de los que se están surtiendo las viviendas.

Unos análisis habían detectado la contaminación el año pasa do, obligando al Concello a precintar los pozos afectados y a suministrar agua en garrafas a los vecinos durante varios meses. Los técnicos dieron posteriormente con una solución provisional, que consiste en un sistema de filtración, que es lo que se está aplicando desde entonces, contando con la colaboración de la Diputación provincial, dado que los filtros, en función del consumo, hay que cambiarlos cada dos o tres meses, según indicó el regidor municipal.

Las cantidades de arsénico son mínimas, pero los técnicos sanitarios habían apuntado que a la larga, de seguir bebiendo el agua, podrían afectar a la salud de los vecinos. Por este motivo, Manuel García se mostró satisfecho de la urgencia en resolver el problema.


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