La clasificación se realizará mediante un novedoso sistema de visión artificial único en España

La cooperativa del Ribeiro automatiza la valoración de la uva para lograr más calidad

Manuel García Montero y Javier Iglesias con otros socios de la cooperativa. (Foto: Martiño Pinal)
Un proyecto de investigación permitirá a la Cooperativa Vitivinícola do Ribeiro mejorar la clasificación de la uva y su posterior distribución para la elaboración de los distintos vinos. El objetivo consiste en incrementar la calidad mediante un sistema de visión artificial, con el que se detectan todas las características y posibles enfermedades de la uva y que se podrá contrastar con la observación que ya realizan en la actualidad los expertos. El proyecto, único en España, se desarrollará en tres años.
La Cooperativa Vitivinícola do Ribeiro introduce la visión artificial en la clasificación de la uva, un sistema automático que realiza la valoración de la materia prima que entra en la bodega relativa a su textura, graduación o posibles enfermedades, entre otros aspectos, y con el único objetivo de mejorar la selección que repercutirá en la calidad del vino. El proyecto de investigación se enmarca en los programas de acciones de cooperación para el desenvolvimiento de nuevos productos, procesos y tecnologías de la Consellería de Medio Rural y está cofinanciado por el plan europeo Feader, el Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino.

El presidente de la Cooperativa, Manuel García Montero, y el gerente Argimiro Levoso presentaron ayer este proyecto experimental, único en España, (se desarrolla con manzanas y cítricos, pero no con la uva), aunque en Francia también están empezando a aplicarlo. Se trata de automatizar el proceso de valoración de la uva recibida en los centros de acogida de la cooperativa mediante el uso de técnicas de visión artificial. El sistema, además de agilizar las tareas de supervisión de la calidad y proporcionar un criterio robusto para la clasificación de la uva, proporcionará una herramienta fiable y objetiva para los viticultores, ya que determinará el precio pagado al agricultor así como la distribución interna en la bodega para la elaboración de los distintos vinos, según indicó Argimiro Levoso.

En la actualidad, la clasificación se realiza a partir de una inspección visual por parte de un experto que le otorga una puntuación en función de las enfermedades que detecte. Asi mismo, también se analizan distintas muestras en el laboratorio.

Con este novedoso sistema de visión artificial, las enfermedades, restos de hojas, además de la calidad de la uva, entre otros aspectos, se constatará a través de un programa informático.


La rápida maduración durante la vendimia salvó la cosecha

La cooperativa concluía ayer la vendimia con la entrada de las últimas uvas con las que los técnicos hicieron una demostración del nuevo sistema de visión artificial. Manuel García y Argimiro Levoso reconocieron que ‘a colleita é moi corta, pero de calidade, xa que se recolleu un 30% menos da media que é de máis de seis millóns de kilos, e un 6% menos co ano pasado’. Al respecto, aseguraron que ‘non chegamos ós catro millóns de kilos’.

No obstante, ambos se mostraron satisfechos con el avance en la maduración que se pro dujo durante la vendimia. ‘Fai un mes, a uva non estaba madura pero o avance na maduración foi extraordinariamente rápido aínda que non sabemos a que se debeu, posiblemente ás brutales diferencias de temperatura do día á noite’, indicó Levoso. Este avance de la maduración rompió por completo las expectativas pesimistas del comienzo de la vendimia. ‘A uva está perfectamente madura, hai moita de 12 e 13 grados e moi pouca de 10, cando de 10,5 xa se pode calificar de boa graduación’, señaló el presidente Manuel García Montero.


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