La muerte de Serxio Fernández, de 28 años, dejó consternada desde primera de hora de la mañana a la localidad de Ribadavia. El joven falleció al caer con su coche desde el puente de O Piñeiral. Eran las 4.30 horas de la madrugada y Serxio circulaba por la OU-517 en sentido descendente. Entonces, sobrepasó el carril de la izquierda, saliéndose de la vía y atravesando la barandilla del puente de O Piñeiral (San Cibrao). El vehículo voló varios metros y quedó boca abajo sobre un talud de la N-525. Los bomberos tuvieron que excarcelar su cuerpo sin vida y no pudieron hacer nada para salvarlo.
La noticia dejó en shock a los compañeros, amigos y allegados de Serxio, una persona conocida y querida en su pueblo. Al hablar de él nadie se olvida de mencionar su carácter voluntarioso y altruista: convertía su tiempo libre en tiempo de ocio y apoyo para los demás. Y es que este joven era voluntario en la Oficina Minicipal de Información Xuvenil (OMIX), el centro juvenil de Ribadavia.
Desde allí lo recuerdan como un hombre muy sociable y que “siempre ayudaba mucho”. Era tutor voluntario y había creado una huerta urbana. Su actividad desinteresada también llegaba a los espacios culturales. Era un miembro importante del comité de organización de la Festa da Istoria y ayudó en diversas ocasiones en el festival Arteficial.
Miguel García, presidente de la Fundación Festa da Istoria, explica que el ribadaviense se encargaba de la recreación medieval de los artesanos. Llevaba poco tiempo formando parte del comité -aunque desde pequeño acudía activamente a la celebración-, pero sus padres fueron parte de la organización del evento durante décadas. Ambos regentaron la cafetería del IES O Ribeiro hasta su jubilación.
Su hijo habría creado, además, la asociación “Gastrefetes” con la que organizaba cursos de recreacionismo medieval. También ofrecían clases de esgrima. García lamenta su óbito: “Es una pérdida importantísima”.
Por su parte, miembros y amigos del festival Arteficial afirman que “era un mítico. Un buen chaval que siempre estaba dispuesto a ayudar” y recuerdan que “siempre que hacía falta se desplazaba o estaba pendiente, se preocupaba de que todo saliese bien y de los demás”.
Volcado en la vela
Serxio era responsable y monitor en el grupo de vela del Club Náutico de Castrelo de Miño. Allí entrenaba, en la modalidad de Optimist, a decenas de niños para que pudiesen competir. La noticia dejo roto al club y su directiva tuvo que ponerse en contacto con los padres para una primera explicación.
Gabriel Fernández, el delegado, afirma que el joven acudía a navegar desde la infancia, dado que sus padres también eran socios y habituales de los deportes náuticos. Su hermano, Simón Fernández, era monitor de windsurf en la misma escuela.
El delegado del Náutico lamenta su pérdida e indica que era “una persona con mucha disposición tanto como monitor como organizador, que tenía grandes capacidades para trabajar con los niños”. Fernández explica que allí son como una familia, “siempre con trabajadores jóvenes desde hace muchos años y tanto él como su hermano estuvieron conmigo desde el principio”.
Ahora, la Guardia Civil continúa investigando el motivo de la caída del vehículo a través del puente en plena madrugada. Mientras, su familia y amigos lo despedirán hoy a las 18.30 horas en el tanatorio García Allende de Ribadavia
