El alcalde pide más vigilancia policial debido a una oleada de robos del patrimonio municipal

Los ladrones dejan el pabellón de Carballeda sin electricidad

La ventana por la que accedieron al interior tras arrancar las rejas de hierro. (Foto: MARTIÑO PINAL)
Continúa la oleada de robos en el Concello de Carballeda de Avia, que afectan al patrimonio municipal. El último ha sido en el pabellón de deportes situado en la localidad de Abelenda, de donde se llevaron el cableado de cobre del alumbrado del interior del inmueble. Como es un pabellón que no se utiliza habitualmente, el robo fue descubierto por unos vecinos cuando pretendían utilizar dichas instalaciones para la celebración de una fiesta.
Los intrusos cortaron los barrotes de hierro de una ventana de la parte posterior y seguidamente arrancaron los cables de los focos de luz interiores, con lo cual el pabellón ha quedado sin suministro eléctrico. El alcalde, Luis Milia, declaró que 'non sei o valor do roubado porque teño que pedir presuposto para a súa reposición e estou a espera de dispoñer de cartos para elo'.

El regidor considera necesaria una mayor vigilancia por parte de la Guardia Civil, asegurando que hay una única patrulla para cubrir toda la comarca de O Ribeiro e incluso la zona de Pontedeva.

Este robo se viene a sumar a otros que se produjeron entre finales de octubre y principios de noviembre, cuando los ladrones rompieron la cerradura de entrada del 'Muiño de Trigás', situado en la ruta de senderismo que aglutina 28 molinos restaurados, y sustrajeron un rodicio de aproximadamente 500 kilos de peso y que data del año 1.700, además de cadenas y otros objetos.

Asimismo, el Concello también había echado en falta 12 radiadores almacenados en la nave municipal. No obstante, la oleada de robos en el patrimonio municipal se venía percibiendo desde hace más de un año cuando empezaron a desaparecer las tapas de hierro de la red de saneamiento, faltando un total de 30, además de las casas de protección oficial que habían sido desvalijadas en al menos dos ocasiones, por cuyo motivo la Xunta invierte ahora 200.000 euros en su acondicionamiento y reposición del material sustraído.

Las autoridades municipales afirman sentirse impotentes, no ya por el valor económico de los robos sino por el daño y los trastornos que ocasionan como en este caso, que han dejado inutilizado el pabellón. 'Preocúpame que este índice elevado de roubos repercuta na cidadanía e xenere alarma'.

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