Senén Pousa Soto fallecía en la madrugada de ayer con 84 años de edad. El veterano político fue alcalde de Beade durante 49 años, hasta que en junio dejó el cargo tras perder las últimas elecciones municipales. El PP, partido en el que militaba, eligió a otro candidato, por cuyo motivo Senén Pousa fundaba la Agrupación de Electores Por Beade, que le permitió continuar como concejal de la oposición en la actual etapa municipal hasta su fallecimiento.
Su personalidad no dejaba indiferente a quienes le conocían porque no ocultaba en ningún momento su nostalgia por el régimen franquista. Eso le supuso intensas polémicas y enfrentamientos e incluso un atentado en la Casa Consistorial, en donde se producía una explosión en octubre de 2013 causando importantes daños materiales.
Fue alcalde en la época franquista, desde el año 1974, y también concurrió a las primeras elecciones democráticas en España, liderando en el año 1979 la candidatura de Alianza Popular, partido del que en 1991 daría el salto al PP en el que se mantuvo hasta concurrir en los últimos comicios bajo las siglas Agrupación de Electores Por Beade, después de que el PP lo eliminase de su lista y eligiese como aspirante a la Alcaldía al actual regidor, Fernando Taboada. Presumía siempre de su amistad con Manuel Fraga -al que solía poner como ejemplo-, y liderando el Partido Popular de su concello conseguía comicio tras comicio la mayoría absoluta hasta convertirse en uno de los regidores más longevos de la provincia y el de mayor edad de toda España.
De fuerte carácter y arraigadas convicciones, Pousa celebraba todos los días 20 de noviembre una misa en recuerdo de Franco, sufrió amenazas de la banda terroristas e incluso Resistencia Galega colocó una bomba en el Concello que él presidía y en cuyo despacho mantuvo durante muchos años un retrato de Francisco Franco.
Viticultor de profesión fue también uno de los fundadores y primer socio de la Cooperativa San Roque, ubicada en el mismo municipio en donde nació, residió, trabajó y gobernó durante toda su vida, excepto durante un par de años que había emigrado a Suiza.
Era un hombre sociable, muy querido por su pueblo, buen conversador y de mucho carácter. “En Beade lo hizo todo, porque cuando empezó como alcalde aquí no había nada, ni servicios ni infraestructuras”, apunta un miembro de su familia. Era además un gran aficionado al fútbol, seguidor del Real Madrid, y muy amigo de sus amigos con los que gustaba “jugar la partida”.
Beade dice adios a un hombre mediático por su sinceridad, ya que pese a los problemas que le ocasionaron sus ideas, nunca renegó de ellas. El funeral es hoy, a las 16,00 horas, en la iglesia de Santa María de Beade, donde será trasladado desde el velatorio de la localidad.
