La mesa de negociación del Concello de Ribadavia acordó por mayoría un expediente de reducción de la jornada laboral a siete trabajadores de los aproximadamente 100 que figuran en plantilla. Se trata de una 'pequeña reorganización del personal', según apuntó el alcalde, Marcos Blanco, que es una consecuencia del plan de ajuste económico del Estado al que se acogió este ayuntamiento.
Tras el acuerdo alcanzado ayer en la mesa de negociación, del que se desmarcó la CIG, queda pendiente cerrar los acuerdos con los trabajadores. 'Pienso que el 85% lo aceptan y finalmente es posible que sólo sea uno el que no esté de acuerdo', indicó el regidor.
Las autoridades municipales adoptan esta medida para evitar realizar despidos y a partir de determinados criterios. Blanco se refirió a que 'hay departamentos que necesitan más personal y otros en cambio tienen demasiada plantilla para la carga de trabajo que hay en estos momentos', refiriéndose a dos afectados que están en el servicio de promoción económica, en el que las inversiones a raíz de la crisis se han reducido en gran medida. Asimismo, en otro de los casos se trata de equiparar las horas a las que realizan sus compañeras y, en dos de ellos, se aplica la reducción porque ya no están subvencionados por otras administraciones. De esta forma, el Concello pretende llegar a un acuerdo con cada uno de los afectados para rebajar la jornada a cuatro, cinco o seis horas.
El regidor insistió en que no es una medida impositiva ya que no se aplicará en el caso de que los trabajadores se opusieran. No obstante, también puntualizó que de no alcanzar el acuerdo con alguno se deberán estudiar otras opciones, todavía sin decidir.
Con este expediente, el Concello ahorrará en 2013 en torno a 50.000 euros. Excepto los dos trabajadores que ya no están subvencionados, con los restantes se deberá negociar de nuevo en 2014.
El grupo municipal del BNG rechaza este reajuste de horarios, asegurando que no aprueba 'dito expediente en ausencia de datos que permitan valorar a súa adecuación ás necesidades da facenda municipal'. Asimismo recuerda que el Partido Socialista ha recurrido la reforma laboral del Gobierno, que ahora aplica en el ámbito municipal.
El alcalde también puntualizaba que 'nosotros no estamos imponiendo la reducción de jornada que nos permite la ley, puesto que únicamente llegamos a acuerdos sobre las nuevas condiciones laborales, si el trabajador no quiere, no se impone'.
Las autoridades municipales adoptan esta medida para evitar realizar despidos y a partir de determinados criterios. Blanco se refirió a que 'hay departamentos que necesitan más personal y otros en cambio tienen demasiada plantilla para la carga de trabajo que hay en estos momentos', refiriéndose a dos afectados que están en el servicio de promoción económica, en el que las inversiones a raíz de la crisis se han reducido en gran medida. Asimismo, en otro de los casos se trata de equiparar las horas a las que realizan sus compañeras y, en dos de ellos, se aplica la reducción porque ya no están subvencionados por otras administraciones. De esta forma, el Concello pretende llegar a un acuerdo con cada uno de los afectados para rebajar la jornada a cuatro, cinco o seis horas.
El regidor insistió en que no es una medida impositiva ya que no se aplicará en el caso de que los trabajadores se opusieran. No obstante, también puntualizó que de no alcanzar el acuerdo con alguno se deberán estudiar otras opciones, todavía sin decidir.
Con este expediente, el Concello ahorrará en 2013 en torno a 50.000 euros. Excepto los dos trabajadores que ya no están subvencionados, con los restantes se deberá negociar de nuevo en 2014.
El grupo municipal del BNG rechaza este reajuste de horarios, asegurando que no aprueba 'dito expediente en ausencia de datos que permitan valorar a súa adecuación ás necesidades da facenda municipal'. Asimismo recuerda que el Partido Socialista ha recurrido la reforma laboral del Gobierno, que ahora aplica en el ámbito municipal.
El alcalde también puntualizaba que 'nosotros no estamos imponiendo la reducción de jornada que nos permite la ley, puesto que únicamente llegamos a acuerdos sobre las nuevas condiciones laborales, si el trabajador no quiere, no se impone'.
