Ourense no tempo | Cuarteles en la vieja Auria

Me hubiera gustado hacer un solo capítulo y recoger en él toda la historia militar auriense, pero cada vez lo veo más complejo por no decir imposible. Mi escasa habilidad para la investigación puede que sea una de las causas, pero el complicado acceso a las fuentes tampoco ayuda. A medida que se me van abriendo puertas y puedo revisar “papeles”, los nuevos datos me “arden” en los dedos y tengo que compartirlos. En esta ocasión han sido unas nuevas cabeceras de prensa (por cierto el tema militar como comprenderéis siempre ha sido sensible y son pocas las noticias que son susceptibles de aparecer en prensa, y aun así...), junto a varios objetos ephemera los que me empujan a escribir este artículo. Hoy incluso resulta extraño ver militares circulando por las calles de Auria y aún no hace mucho fue motivo de sorpresa ver una caravana militar por el centro de la ciudad discretamente. Venían a poner orden en el tema de las “salidas” cuando comenzó el confinamiento de marzo, pero raro fue quien al verlos no sacó el móvil e intento inmortalizar la escena. Hubo un tiempo en el que la convivencia con los militares en la ciudad era algo cotidiano y a lo que tanto unos como otros se adaptaron perfectamente. He leído algo de las “reuniones” en torno al abrevadero de la Alameda entre la tropa del Provincial de Orense 22 (con cuartel en la calle de la Barrera, casa de los Marqueses de Leis) y las chicas de servicio, a las que diligentemente ayudaban a llenar sus cántaras y después se ofrecían galantemente a transportarles la pesada carga a sus casas, a cambio, quizás, de una cita. Escenas parecidas se vivían de manera simultánea en la plaza del Trigo y la del Hierro con el personal de Regimiento de Monterrey (con cuartel en la calle que lleva su nombre). Por cierto, así como el Monterrey tuvo cuartel en la ciudad no he conseguido justificar que otros históricos como el Regimiento de Voluntarios de Lobera, o la Compañía de Milicias de Osera hubieran tenido representación en la urbe. El siguiente regimiento no solo se integró en la ciudad, sino que cuando se despidió de ella muchos de los soldados que formaban las compañías eran ourensanos. Hablo del Ceriñola, que -sin confirmación definitiva- ocupó las instalaciones de San Francisco en un estado precario que ellos mismos se encargaron de mejorar. Antes de que me olvide, fuera de orden y solo como anécdota, citar la presencia de las tropas francesas destrozando a pesar de su famosa “educación” el que fue convento de Santo Domingo, hoy Delegación de Hacienda, y algún recuerdo dejaron también de su paso en el convento de los jesuitas, jardinillos del Padre Feijoo. Desde la marcha del Ceriñola a defender los bastiones africanos, en Ourense parece ser que recaló el Regimiento de Infantería Mérida nº 44 (ésta es la parte mas enrevesada, ya que el Mérida en algún momento de la historia parece ser que se denominó Orense nº 50) y de manera contrastada, al menos entre 1922 y 1924, fue el Batallón de Cazadores de Montaña Orense nº 5 y tuvo su acuartelamiento en nuestra ciudad... en San Francisco, supongo. Y para terminar de liarla, en 1925 pasa a llamarse Batallón de Montaña nº 3 y lo encontramos de nuevo con guarnición en nuestra ciudad. Algún día espero encontrar la información necesaria para contrastar estos datos, pero por ahora tendré que darlos por válidos. Tal vez profundizando en la historia del Batallón de Cazadores de Mérida 44... Entre 1925 y 1936 debemos suponer que fueron los Cazadores de Montaña quienes estuvieron en nuestra ciudad, y parece ser que agregaron a las instalaciones de San Francisco algunos locales y solares de los que están delante del actual cementerio. En ellos se guardaban las caballerías. En 1936, y hasta el 1940, fueron los regimientos (o secciones de ellos) América 23 y Zaragoza 30 los asentados en la plaza. De hecho, el Zaragoza dejó muy buenos recuerdos por la banda de música que tenían; en aquellos duros años era una de las pocas distracciones con que contaban los ourensanos. Llegamos a 1940, y durante las Fiestas del Corpus se anunciaba que la diana y alborada correría a cargo de la Banda de Cornetas y Tambores del Regimiento de Infantería nº 55, acompañados de gaitas del país. Esta fue la agrupación militar que consta precedió al Zamora 8, que desde el año 1944, con el teniente coronel Ángel Martín Mouriño, hasta la entrega de la bandera el 31 de diciembre de 1987 por parte del coronel Antonio Castaño de Meneses (a quien tuve la fortuna de conocer), acompañó a los ourensanos durante el periodo temporal más amplio. De la etapa del Zamora muchos recordáis sus instalaciones: San Francisco, Gobierno Militar, destacamento del Cumial, farmacia, pabellones, zona de reclutamiento, perdón si me olvido de algo. ¡Ah! y como me apuntó el amigo Antonio Gil, el campo de tiro de Toén (finales de los 40, comienzos de los 50). Hoy como final, y para que recordéis y si podéis me ayudéis a ampliar información, quiero apuntaros lo que en el periodo del Regimiento 55 (entre 1940 y 42), también tuvo carácter militar o al menos su vigilancia estaba en manos del Ejército. Con seguridad, en diciembre del 42, el personal del 55 cubría las guardias de: cuarteles de San Francisco y Las Mercedes (¿quizás el conocido como Pajera, después bomberos?), exterior de Salesianos (inmediaciones del Puente), Cárcel de Progreso, Hospital y Gobierno Militar. Este último se mantuvo hasta la despedida del Zamora.