Pódcast
La entrega de esta jornada de Ourense no tempo ahora también en formato pódcast.
Las batallas de flores en los últimos tiempos están perdiendo protagonismo, e incluso están en riesgo de desaparecer. Tal vez sea necesario actualizar los contenidos de las fiestas y analizar el seguimiento que cada acto tiene. En el caso de las batallas de flores, me consta porque lo veo (he visto), que continúa atrayendo a un altísimo número de personas, ¿tal vez el coste sea excesivo?, eso tendrán que juzgarlo otros.

Hoy, con esta bella foto en la que solo puedo confirmar el lugar donde se obtuvo que la mayoría habréis reconocido como la alameda y el nombre de Gustavo Ulloa como propietario del vehículo, (el es quien va en el asiento del copiloto), con su habitual rostro serio, que chocaba con su incesante ironía.
En aquellos tiempos, las batallas de flores hacían gala de su nombre y al cruzarse las carrozas en las calles ourensanas, se producía un intercambio de proyectiles entre los ocupantes de cada uno de los vehículos. El público no era ajeno a la batalla y dentro de sus posibilidades, (poca munición podía guardar en sus “alforjas”) atacaba la carroza que menos le gustaba, (o a la chica que más le atraía, que era una forma de llamar su atención).
Cierto es que no era una carroza propiamente dicha la que muestro en la imagen, pero en aquellos tiempos, los “modernos” vehículos llamaban la atención lo mismo o más que las más elaboradas de las carrozas, aunque como veis no llevarán más que cuatro cintas y dos trapitos….