Los 108 de Dolores son historia, ella ya piensa en los 109

No todo el mundo puede decir que ha cumplido 108 años, de hecho, en la provincia de Ourense solo lo puede asegurar una persona: Dolores Fernández (Chantada, 1916). Mostrando una lucidez sorprendente, la centenaria sopló ayer las velas acompañada por su familia en un restaurante de la ciudad, en el que degustó un arroz con mejillones y donde no faltó la copa de vino y la tradicional tarta. Previamente, al igual que hace todas las mañanas, no faltó a su cita con la misa, donde recibió el cariño por parte de los asistentes que le cantaron al unísono el “Cumpleaños feliz”. Tras ello, acudió junto a su familia a dar un paseo por el parque, donde aprovecharon para hacer instantáneas de un día tan especial. Durante toda la jornada le llegaron provenientes de todas partes de España llamadas de su familia y amigos, llegando incluso a emocionarse con alguna de ellas. Los regalos tampoco faltaron en un día tan especial para Dolores, haciéndole especial ilusión el que recibió por parte de su familia, un precioso jarrón de plata firmado por todos los miembros. La hija de Fernández, Marisa Rodríguez, explica que su madre ayer estuvo muy emocionada, de hecho, fue un día de tanta tensión para ella que, según llegó a casa tras la comida, se puso a dormir la siesta. Día a día Pese sus 108 años, Dolores hace una vida completamente normal, ya que cuenta con una buena movilidad y gran lucidez. Se levanta todos los días temprano y desayuna con su hija, haciendo ella misma el café. Tras esta tarea, realiza labores de la casa como recoger las tazas y cubiertos de la mesa y hacer las camas. Posteriormente, acude junto a su hija a misa, una cita que nunca perdona en su día a día, y después aprovechan ambas para dar un paseo por el parque. Por las tardes, le gusta estar en el sofá viendo la tele, sobre todo si echan deporte. Ella es hincha del Real Madrid, pero también es fan del Celta y del Arenteiro, aunque le gusta ver todos los partidos, incluso los que juega el FC Barcelona. Además, también le gusta mucho el tenis, siendo gran admiradora de Carlos Alcaraz, la nueva joya del deporte español. Ahora con los 108 años ya en el bolsillo, Dolores ya piensa con ilusión en cumplir los 109, aunque como ella misma asegura, el secreto para seguir cumpliendo años es “ir despacito y andando”.