En 2021 se consumaron 31 suicidios en Ourense, pero hay 20 tentativas por cada caso

Hay una epidemia que no hace ruido, de la que a veces incomoda hablar y para la que no hay un test en el que dar negativo o positivo. El suicidio supone cerca de tres muertes al mes en la provincia y, aunque muchas veces va ligado a otras patologías mentales, un 30% de los casos se cometen de forma racional. Y es que la persona que se quita la vida, enferma o no, tal y como explican las tres responsables de la Unidad de Prevención del CHUO, “no quiere morirse, sino que necesita dejar de sufrir”. El sistema sanitario evoluciona a la carrera para tratar de cubrir las necesidades de una sociedad cada vez más conocedora y reconocedora de los problemas de salud mental, un ámbito que merece atención porque, como señala el jefe de psiquiatría del CHUO, Luis Docasar, “nadie está exento de caer en ello”. Si bien es cierto que el suicidio de Verónica Forqué, la actriz más galardonada del cine español, la muerte autoprovocada ha puesto sobre la mesa, en Ourense 31 personas anónimas se quitaron la vida este año. La cifra no varió respecto a 2020, cuando la pandemia provocó un incremento de los problemas de la psique. La provincia vuelve a presentar una tasa de muertes de casi tres personas al mes, sin embargo, los últimos informes de la OMS señalan que por cada caso que se consuma hay 20 tentativas. Además, fuentes de la Policía Nacional señalan que, solo en la ciudad, ocurren desde dos a cuatro tentativas de suicidio, “es una de las intervenciones en las que actuamos más a menudo”. El jefe del Instituto de Medicina Legal, Julio Jiménez, afirma que “el perfil de la persona que lo comete continúa siendo el mismo”, es decir, mayoritariamente hombres pertenecientes a la franja que engloba desde los 50 a los 55 años. Los de mayor edad, “lo hacen por razones de soledad o por conflictos familiares”, mientras que los más jóvenes lo hacen por problemas psiquiátricos”, explica Jiménez. Aun así, puede afectar a las personas que se quedan fuera del perfil y “nadie está excluido del suicidio por no pertenecer a este rango”. Además, ocurren sobre todo en verano y desde la crisis pandémica “se suceden de forma más mediática y visible”. Especialmente este 2021, cuando aumentaron las precipitaciones al vacío y se situaron como la segunda causa de suicidio. Sin embargo, la tipología más común continúan siendo los ahorcamientos. En tercer y cuarto lugar están los envenenamientos y los ahogamientos. LA RESPONSABILIDAD "El suicidio es un problema de salud pública y hay que abordarlo como tal”, señala Marina González, la psiquiatra de la Unidad de Prevención. Tras la muerte de Verónica Forqué fueron muchos los que revisaron los comentarios que la actriz había recibido en redes o quienes se ensañaron con la tarea de encontrar culpables. Sin embargo, desde la Unidad de Prevención del CHUO señalan que no hay que estar alerta, ni siquiera cuando se es familiar: “Podrían sentirse culpables sobre lo que hicieron, no hicieron y dejaron de hacer, y la realidad es que no tendrían que estar alerta, la única persona responsable de un suicidio es la que lo comete”, indican. UN PROBLEMA GALLEGO Aunque dentro de la comunidad autónoma, Ourense es la provincia que presenta la tasa más baja -10 por cada 100.000 habitantes-, a nivel nacional no ocurre lo mismo, sino que se posiciona en segundo lugar solo por detrás de Asturias. La tasa gallega se sitúa en 13, mientras que la media nacional no pasa de 7. En esto influye el número de personas que padecen alguna enfermedad mental, que son 60.000 sobre los 2,7 millones de habitantes gallegos. ¿DÓNDE LLAMAR? Si necesita ayuda y no sabe a quién o a dónde acudir, puede utilizar el Teléfono de la Esperanza: 717 00 37 17. Este número funciona a nivel nacional y redirige al interlocutor a la delegación que quede libre en cada momento. También es posible, en el caso de los menores, ser atendidos por el teléfono de la infancia: 900 333 666. Además, el 061 en Galicia también tiene esta funcionalidad entre otras.