La Asociación de Estaciones de Servicio de Ourense estima que cuatro de cada cinco gasolineras ya recibieron el anticipo prometido por el Gobierno central para no tener que adelantar el dinero de la bonificación de 20 céntimos en el precio de los carburantes. La importancia de la prontitud de estos pagos es especialmente relevante en la provincia, ya que el mapa de las gasolineras deja ver que la mayoría de los propietarios de las estaciones de servicio son familias, no como en otros lugares, donde la propiedad recae en grandes firmas.
Con todo, desde la patronal de las gasolineras ourensanas se suman a las reivindicaciones manifestadas por la Confederación Española de Empresarios de Estaciones de Servicio (Ceees), que critican la “inseguridad jurídica” a la que se ven sometidos, ya que “aún no sabemos de qué modo hemos de realizar las liquidaciones mensuales”. Además, también cargan contra el Gobierno indicando que “no tienen claro el tratamiento fiscal de esos 20 céntimos, ni para las estaciones de servicio ni para los clientes”.
Problemas derivados
La adaptación a estas bonificaciones de precio no está siendo nada fácil para los empresarios, sobre todo para aquellos que tienen su estación en una zona rural. Un ejemplo es la gasolinera Brandín, en el concello de Sarreaus, que ha cerrado sus puertas temporalmente al no poder soportar los costes de esta rebaja. Pero no fue la única que suspendió su actividad. Durante el fin de semana hubo varias gasolineras que, o bien no les compensa mantenerse abiertos, o bien se quedaron sin combustibles para sus clientes. Un ejemplo de esto último ocurría en el inicio de los descuentos de precios en la gasolinera Valcárcel de Bentraces, que se vieron abocados a rechazar clientes al quedarse sin combustible y no poder reponerlos durante un par de días.
