Las obras de abastecimiento de agua a la ciudad, que ejecuta la empresa pública estatal Acuanorte, han llegado a la ribera derecha del Miño, en Oira, donde se prolongan desde hace meses y donde avanzan hasta ofrecer imágenes tan impactantes como ésta de la orilla del río, aguas arriba de la pasarela peatonal.
Es en la margen derecha donde se contemplan las mayores infraestructuras, dentro del ámbito de las riberas del Miño, porque allí es donde se construye una nueva captación de agua -para lograr 200 litros por segundo de capacidad-, una estación de tratamiento de agua potable, una nueva estación de bombeo hasta el depósito de Eiroás y la conducción de las conexiones entre todos estos puntos, así como con los depósitos actuales de Eiroás y Madrosende.
Se trata de garantizar el abastecimiento de agua a Ourense para los próximos 50 años, al menos, y de evitar cortes en el suministro en momentos de sequía o por el aumento del consumo, especialmente ahora que el Miño se ha convertido en el principal suministrador de agua a los ciudadanos, en detrimento de las presas de Cachamuiña y Castadón.
Las obras de Acuanorte generaron quejas y molestias en varios puntos de la ciudad, incluida la margen izquierda del río -caso de Montealegre, al atravesar parte del parque forestal- pero en el Concello las justifican por los beneficios que pronto redundarán en el servicio. También ocasionaron críticas en la zona de Oira, especialmente en los meses pasados, porque se dificultó el estacionamiento de los usuarios de las piscinas y de los recintos deportivos.
Las obras, que suman un presupuesto de 24 millones de euros, aún durarán meses, debido a su envergadura.
Se trata de garantizar el abastecimiento de agua a Ourense para los próximos 50 años, al menos, y de evitar cortes en el suministro en momentos de sequía o por el aumento del consumo, especialmente ahora que el Miño se ha convertido en el principal suministrador de agua a los ciudadanos, en detrimento de las presas de Cachamuiña y Castadón.
Las obras de Acuanorte generaron quejas y molestias en varios puntos de la ciudad, incluida la margen izquierda del río -caso de Montealegre, al atravesar parte del parque forestal- pero en el Concello las justifican por los beneficios que pronto redundarán en el servicio. También ocasionaron críticas en la zona de Oira, especialmente en los meses pasados, porque se dificultó el estacionamiento de los usuarios de las piscinas y de los recintos deportivos.
Las obras, que suman un presupuesto de 24 millones de euros, aún durarán meses, debido a su envergadura.
