Uno de ellos, Víctor Manuel Dias, detenido para que cumpla la condena por amenazar a la familia

Absueltos los cuatro acusados de la desaparición de Collarte

Victor Manuel Dias, en el momento de su detención para cumplir el fallo de Ourense. (Foto: VICENTE ALONSO)
Los cuatro procesados a instancias de la Fiscalía de Portugal por la desaparición en octubre de 1999 en Valença do Minho del empresario ourensano Guillermo Collarte han sido absueltos por falta de pruebas, según la sentencia hecha pública ayer por la sala que los juzgó.
Los procesados, dos socios de la víctima (José Gerardo Torres y Luis Sánchez Lavandeira) y dos ciudadanos lusos (Víctor Manuel Dias y Jose Lopes Rodrigues) fueron absueltos, según la justificación del tribunal mixto que les enjuició(conformado por tres jueces y cuatro ciudadanos), porque 'las pruebas no son suficientes' y en virtud del 'in dubio pro reo' -en caso de duda, se beneficia al acusado-.

El juez que leyó ayer la sentencia en la que absuelve a los cuatro imputados dijo que 'aún no se sabe lo que le sucedió, si está vivo, si murió, si fue secuestrado o si desapareció por iniciativa propia'. Por todo ello, el fallo considera que 'no había indicios suficientes' para condenar a los inculpados.


AMENAZAS

Uno de los imputados, Víctor Manuel Dias Barreto, fue detenido a la puerta de los juzgados por la Guardia Nacional Republicana para cumplir la condena de tres años y ocho meses impuesta por la Audiencia de Ourense por las amenazas recibidas en 2003 por la hija del desaparecido. En el mismo proceso también fue condenado el exconcejal de Valença, José Lopes, que en la causa de la que ahora fue absuelto no asistió a ninguna vista al encontrarse enfermo terminal.

El supuesto sicario portugués Víctor Dias queda definido en la sentencia como una persona que practicó con 'intensidad, persistencia y continuidad' la delincuencia, dando como ejemplo los casi 18 años que permaneció en la cárcel en Portugal y Francia por atracos, robo, falsificación y tenencia ilícita de armas.

En el fallo, leído durante casi tres horas por el juez ponente, se da por probado que Guillermo Collarte se desplazó con uno de los acusados, Gerardo Torres, hasta Valença para asistir a una reunión con su otro socio e imputado en la causa Luis Sánchez Lavandeira y el administrador portugués Lopes Rodrigues, con quien después iría hasta un solar cercano para comprobar un problema de lindes. Fue aquí donde fue visto por última vez sin que hasta la fecha existan pruebas de 'que hubiera sido secuestrado' al no existir ningún testigo, prueba o solicitud de rescate. El juez resaltó que 'aún no se sabe lo que pasó' ni si Collarte está con vida, está muerto o simplemente se ausentó por iniciativa propia, añadiendo que en el lapsus en el que permaneció solo en el solar 'pudieron suceder muchas cosas'.

La sentencia reconoce que la relación entre el sicario y el concejal reflejaba una gran interdependencia' que tiene su punto culmen con la condena de ambos por la Audiencia de Ourense. Sobre las escuchas telefónicas apunta que 'apenas unas pocas tenían algún nexo con la desaparición'.

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