La huelga general mantuvo cerradas casi todas las grandes empresas de las zonas industriales en torno a la ciudad

La actuación de los piquetes obligó a cerrar a gran parte del comercio

Seguimiento desigual, según la fuente de la que proceda el cálculo, aunque todos coinciden en el cierre generalizado de los comercios, sucursales bancarias y cafeterías del centro de la ciudad al paso de los piquetes; y un rosario de incidencias, también en el centro de Ourense, cuando grupos de jóvenes encapuchados que acompañaban a los piquetes de sindicalistas, decidieron romper cristaleras de establecimientos comerciales, volcar contenedores y arrojar basura a la vía pública o pintura a cajeros automáticos y fachadas de entidades financieras.
Así transcurrió la jornada de huelga general en Ourense, unas muy largas 24 horas que comenzaban de madrugada en las zonas industriales del entorno de la ciudad, antes de llegar al casco urbano y culminar con la manifestación que secundaron miles de personas. Por la tarde, llegaba la hora del recuento de participación, de un 15% según la Confederación de Empresarios (CEO); de un 80% en el comercio a juicio de los propios responsables del centro comercial abierto Ourense Centro, y de seguimiento masivo del paro en la educación, a decir de los sindicatos, que no de la Xunta, que cifró la movilización en colegios e institutos en un 19,91%.

Los piquetes sindicales se dieron cita de madrugada en el Polígono de San Cibrao das Viñas, para parar la producción en las principales empresas, consiguiéndolo en Galfor y Faurecia, así como en T-Solar e Hispaplasti, en este caso industrias ubicadas en el Parque Tecnológico. Pero, según la CEO, los principales sectores de actividad mantuvieron la producción o hicieron coincidir el cierre con la huelga para compensar excesos de horas en el cómputo anual de la jornada. Apenas hubo parón, dicen, en la industria textil, aunque reconocen retrasos en la incorporación de los turnos de trabajo. En el cinturón industrial de la ciudad, que concentra el mayor número de empresas de la provincia, se produjeron momentos de tensión en el Polígono y el Parque Tecnológico, con la llegada de trabajadores a sus puestos. Los sindicatos cuestionarían después la actuación de la Guardia Civil y de un mando que habría exhibido su pistola frente a los piquetes, algo que rechazó por la tarde el instituto armado. También de madrugada, los piquetes cortaron por un breve período el acceso de Ourense sur (el Polígono) a la autovía y se interrumpió esporádicamente el paso de camiones.

Con el amanecer y bajo un intenso frío, los sindicalistas se desplazaron a la ciudad, concentrándose primeramente ante las puertas del Concello, donde se cumplieron los servicios mínimos y un buen número de funcionarios acudió a su trabajo, y después a la Praza de Abastos, que cerró sus puestos ante la llegada de los manifestantes. Después, el itinerario siguió por el centro de la ciudad, cerrando locales a su paso y originándose enfrentamientos por los actos vandálicos del grupo de encapuchados.

Las sucursales bancarias optaron por permanecer cerradas y lo mismo decidió la gerencia del centro comercial Ponte Vella, que inicialmente abrió sus puertas pero bajó las persianas ante la llegada de los piquetes. Estos volvieron por la tarde y obligaron de nuevo a cerrar los locales, por lo que los clientes tuvieron que ser desalojados por una puerta secundaria y tardaron más de una hora en recuperar sus vehículos del estacionamiento del centro.


BASURA EN LA CALLE

La incidencia de la huelga, que se percibió en el centro de Ourense por la basura en las calles -no hubo servicio de recogida y diversos manifestantes la arrojaron a la calzada-, el elevado número de paseantes y las persianas de los establecimientos bajadas, fue muy desigual en los barrios, donde el comercio y la hostelería abrió sus puertas a partir de la última hora de la mañana. Un nutrido grupo de efectivos de la Guardia Civil protegía de piquetes los accesos a Carrefour, pero los sindicalistas no acudieron hasta la tarde, obligando a cerrar el centro.

Los colegios trabajaron bajo mínimos y en los centros de salud fue la escasa afluencia de pacientes la que redujo el impacto de la huelga.

Te puede interesar