Los gestores imputados no se ponen de acuerdo sobre quien llevaba las cuentas
Haimaio Ch., Shengsheng Ch. y su hija Ping, quien trabajaba como empleada del restaurante Wok de Concordia, se sentaron en el banquillo de los acusados del Penal 2 por un delito continuado contra la Hacienda Pública y dos de falsedad documental al igual que los responsables de la gestoría que llevaba las cuentas de la sociedad, Manuel R.A. y Jorge V.G. Están acusados por José María R.L, un socio de los dos primeros, a través de la empresa Valor Acumulado SL.,en el negocio de hostelería que operó en los locales del antiguo cine Xesteira (2011-2013), de contabilidad paralela en el negocio para ocultarle las ganancias reales. Según el querellante -el fiscal no acusa- , "el 45% de la facturación era en b", es decir, al margen de tributación fiscal. En total, 311.290 euros en tres años.
En el primer día de juicio, de los tres previstos, los imputados asiáticos se negaron a declarar mientras que los gestores, que en su día estuvieron casados, solo contestaron a las preguntas de sus respectivos letrados, y exhibieron sus muchas diferencias: no se pusieron de acuerdo sobre quién realmente llevaba la contabilidad de la empresa Xesteira Chang Euforia S.L. Ella asegura que solo se encargaba de la parte laboral, no la fiscal. Según él, era socio de Aseys Asesores pero no trabajaba allí.
El denunciante sostiene que socios y economistas se pusieron de acuerdo para una doble contabilidad a través de un programa informático en chino que solo registraba "el 55 % de los tiques facturados cada día, llevando dos contabilidades distintas, denominadas A y B por sus propios autores".
La acusación alega que la finalidad era dar la apariencia de una situación económica con ingresos inferiores a los reales. La investigación de la UDEV de la Policía Nacional constató, por ejemplo, que en noviembre y diciembre de 2011 los tiques cifran en 117 mil euros las ventas en barra y el comedor pero la facturación declarada fue de 92.179 euros.
Según esta versión, en el capítulo de personal también había trampas: empleados contratados por cuatro horas cuando trabajaban ocho, por lo que estos, a la hora de cobrar, percibirían también una parte de su sueldo en dinero negro.
El exsocio reclama penas de cinco años de prisión y siete meses para todos ellos mientras que el fiscal interesa el sobreseimiento. Sostiene que los conflictos existentes deben dilucidarse en el correspondiente procedimiento mercantil.
Las letrados de la defensa, en el trámite de cuestiones previas, pusieron en tela de juicio el registro policial realizado en el restaurante y la gestoría por parte de la Policía Nacional, reclamando la nulidad de la instrucción judicial (Instrucción 3).
Asimismo, la acusación particular retiró los cargos contra Xesteira Chang Euforia y Aseys Asesores S.L.
