JUICIO EN OURENSE

Un vecino de O Barco reconoce que abusó de un discapacitado

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photo_camera Manuel López Fernández tras su letrada, al término de la breve vista oral (BRAIS LORENZO)

El fiscal bajó la pena de cárcel algo más de la mitad porque reconoció los hechos y pidió perdón

La sala de vistas de la Audiencia de Ourense acogió a puerta cerrada una vista oral por abusos sexuales continuados a un hombre de 67 años con una discapacidad del 70 por ciento, vecino de O Barco. El inculpado, de 83 años, reconoció los hechos que se le imputaban por lo que el juicio apenas duró 10 minutos. Y, además, se mostró arrepentido y pidió perdón a la víctima, quien no acudió a Ourense en tanto que el fiscal y la letrada del acusado habían alcanzado un acuerdo. Esta negociación no evitó la vista oral ya que las diligencias previas se transformaron en sumario, dada la gravedad de los hechos, y no en procedimiento abreviado.

El reconocimiento de la conducta delictiva, el arrepentimiento y el hecho de haber indemnizado a la víctima con 6.000 euros fue clave para que el fiscal, en la petición de pena por un delito de abusos sexuales continuados, reclamara la aplicación de una "atenuante analógica" por la cual redujo la condena de nueve años y cuatro meses a cuatro años y medio.

Los hechos que ayer se juzgaron se remontan a una denuncia interpuesta por la familia de la víctima. M.R.P. le contó a una de sus hermanas las prácticas realizadas en el desván de la casa del inculpado, situada en el casco antiguo de O Barco. Según se relató, el inculpado le obligaba a realizar prácticas sexuales como tocamientos en los genitales y felaciones.

Manuel López Fernández iba a buscar a la víctima a la parada del autobús cuando regresaba del centro de día de la Asociacion de familiares de personas con discapacidade intelectual de Valdeorras (Asfaval).

Los abusos, según desvelaron fuentes cercana al caso, ocurrieron a lo largo de varias ocasiones entre marzo de 2010 y 2011. Según recoge el fiscal en su escrito de calificación provisional, la víctima era una persona fácilmente manipulable por la discapacidad psíquica que padece (edad mental de un niño pequeño) de ahí que el inculpado consiguiera con facilidad satisfacer su instinto libidinoso.

En la petición de la acusación pública también se incluye la prohibición de que el procesado se acerque a M.R.P. a menos de 500 metros del lugar en el que se encuentre.

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