TRIBUNALES

Una ourensana, acusada de apuñalar a otra mujer porque salía con su sobrino

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photo_camera Los magistrados Ana del Carmen Delgado y Antonio Piña.

La inculpada en una tentativa de homicidio niega los hechos aunque el fiscal asegura que "ánimo de atentar contra la vida" de la agredida

La sala de vistas de la Audiencia de Ourense acoge este mes una vista oral por homicidio en grado de tentativa en el que está acusada María Jesús E.M. (también estaba procesada su madre pero falleció hace unos meses). El ministerio fiscal reclama una pena de seis años de cárcel, que la acusación particular eleva hasta los ocho por las graves lesiones que sufrió la víctima, vecina de Covadonga, en la ciudad. La acusada, por contra, niega los hechos.

El trasfondo de la reyerta, según consta en el sumario, es la oposición de la madre y su hija, de etnia gitana, a que M.J.G.J. se viera con su sobrino. Los hechos sucedieron el 21 de mayo de 2015, sobre las seis de la tarde, cuando la encausada y su madre, en compañía de otros familiares varones, estaban en la calle Río Navea frente al portal de su vivienda. Según refieren las acusaciones, la denunciante se aproximó a las dos mujeres para pedirle explicaciones ya que momentos antes se habían presentado en el domicilio de su tío para dejarle una advertencia: "Si no deja a mi sobrino va a acabar tirada en el suelo".

Las primeras en enzarzarse en la pelea fueron María Jesús E.M. y M.J.G.J., pero, según las acusaciones, la madre de la primera sujetó por la espalda y el pelo a la víctima para inmovilizarla. A tenor de esta versión, la inculpado que se sentará en el banquillo se valió de una navaja que llevaba para asestarle una puñalada en el abdomen. La progenitora, según la víctima, le decía: "Esto te pasa por metiche".

Asegura la fiscal que en esa acción había "ánimo de atentar contra su vida". A consecuencia de la puñalada, la acusada sufrió laceración hepática. Estuvo cinco días hospitalizada pero un mes convaleciente, impedida totalmente para sus ocupaciones habituales y otros 15 días de forma parcial. Las herida le dejó secuelas: un cicatriz en el abdomen y agravación de otros trastornos mentales. 

La defensa alega que no hay pruebas

La inculpada no reconoce la puñalada. Según esta versión, ella no utilizó ninguna navaja y no hizo uso de la misma. Según el letrado que la representa, Luis Salgado Carbajales, existen "numerosas contradicciones e imprecisiones entre la declaración de la denunciante y las manifestaciones de los testigos". Estas contradicciones -añade- "imposibilitan sustentar el relato de hechos que sostienen las acusaciones pública y privada".

La acusación particular, además de los ocho años de prisión, reclama la prohibición de acercarse a la víctima a menos de medio kilómetro o comunicarse con ella durante otros años años, así como 7.840 euros de indemnización por los días de recuperación, secuelas y perjuicios causados.

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