La arrendataria de la vivienda, en el número 1 de la avenida de La Habana, vivía ahí desde 1964, aunque tuvo que abandonarla tras sufrir una caída y no poder acceder a la misma por la falta de funcionamiento del ascensor
La mujer de 92 años que pleitea contra la Xunta de Galicia por un presunto caso de "acoso inmobiliario" regresó en la tarde de ayer a su casa, en el edificio de la antigua Cámara de Propiedad, ahora de la Xunta. "Estaba muy emocionada, después de todo lo que pasamos es un descanso", señalaba ayer su hija, Lucila Vázquez, que mostraba la alegría por haber, al menos, conseguido que la Xunta acometiese el arreglo del ascensor.
La arrendataria de la vivienda, en el número 1 de la avenida de La Habana, vivía ahí desde 1964, aunque tuvo que abandonarla tras sufrir una caída y no poder acceder a la misma por la falta de funcionamiento del ascensor. La Fiscalía inició una querella contra dos cargos de la Consellería de Facenda considerando la existencia de "acoso inmobiliario" para intentar "forzarla" a irse. Fue admitida a trámite, y los dos cargos tendrán que declarar este lunes ante el juez.
Ahora, la afectada volvió a casa, ganando una pequeña batalla, aunque, como señaló su hija, "todo continúa" para intentar revertir la "injusticia". "He pasado las de Caín, quieren que me ponga loca, pero no lo van a conseguir, porque tengo una inteligencia que no lo saben", señaló la afectada a este periódico.
