EN LA CIUDAD

La Alameda del Concello, entre el trapicheo y el vandalismo

Por el día está ocupada habitualmente por un grupo vinculado con el tráfico de drogas, mientras que los fines de semana es tomada por el botellón. El deterioro de la Alameda sigue su curso. 

La Alameda sigue sufriendo los efectos conjugados de las noches de botellón y la existencia de un grupo de personas que se dedican al trapicheo, lo que se traduce en peleas, cristales rotos, rotura del mobiliario urbano e incluso gente orinando o defecando en la vía pública. 

Dos de ellas, que prefieren mantenerse en el anonimato, apuntan que "se ve a jóvenes y chicos ponerse ahí a mear entre los coches, en plena calle Parada Justel". Aunque matizan que el deterioro del mobiliario y las peleas "son más propias del botellón que de ese grupo que trapichea en el parque".

El subdelegado del Gobierno, Roberto Castro, reconoce que "hay un problema, se ha hecho alguna detención inclusive y se sigue trabajando allí; es una zona prioritaria para la Policía Nacional". Una detención relacionada con el trapicheo, un fenómeno cada vez más habitual en esta zona. 

Desde el Concello recuerdan que "los actos vandálicos suponen un coste anual de unos 200.000 euros". Y que aunque se procura intensificar la vigilancia, "es cierto que el componente de concienciación ciudadana es clave. Todo vecino que observe que se está atentando contra la ciudad debe denunciarlo".

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