El Concello de Ourense no pasa por su mejor momento económico. La falta de presupuestos actualizados está haciendo que el gobierno local esté en las últimas semanas intentando aprobar modificaciones de crédito de forma continuada para sacar dinero del remanente de tesorería. Y tanto crédito liquidado ha hecho saltar todas las alarmas.
El gobierno local pretende aprobar este martes -si la oposición lo permite- una inyección de otros 5,6 millones de euros, y antes de que acabe esta semana, otra partida de más de 9 millones de euros, todas ellas del área de Infraestructuras, que se ha quedado sin efectivo.
El problema radica en que el remanente de tesorería (el dinero que el Concello tiene ahorrado en el banco) ya no da para mucho más. Así lo ha alertado el jefe de Gestión Económica y Presupuestaria, Julio Fontaíña, en un informe remitido en los expedientes para aprobar en el que advierte que no queda crédito suficiente para pagar atrasos de personal y concesionarias y posibles sentencias judiciales.
Si se aprueba la inyección de 3,5 millones para un plan de choque en el rural y otros dos millones para pagos de facturas varias, el jefe de Gestión Económica y Presupuestaria advierte que a partir de ahora, con el dinero que queda sin incorporar del remanente, “xa non se pode afirmar taxativamente que sexa suficiente para atender posibles sentenzas xudiciais, atrasos en liquidacións de contratos en precario, atrasos en materia de persoal”… Según estos cálculos, si hoy salen adelante estas dos modificaciones, solo quedarían 31,4 millones de 130 millones de remanente que había a principios del año.
En todo caso, el informe ya subraya que han recibido la tramitación de un último expediente de modificación de crédito, de más de 9 millones de euros, que rebajaría el remanente todavía más, hasta poco más de 22 millones. Teniendo en cuenta que el interventor calculaba en más de 25 millones la deuda contraída con concesionarias, a lo que habría que sumar atrasos en pagos de horas extra o excesos de jornada a policías y bomberos, la suerte está echada.
En todo caso, para que se dé la casuística de que el dinero se agote, el Concello de Ourense debería ser capaz de ejecutar todas las partidas que ha incorporado, algo que parece difícil, teniendo en cuenta que en los últimos ejercicios apenas ha sobrepasado el 45% de ejecución presupuestaria.
