Un desprendimiento a las 19,30 horas de ayer mantuvo cortada la N-120 (Logroño-Vigo) a la altura de Pereiro de Aguiar, a unos nueve kilómetros de la ciudad. El alcance del alud fue tal que obligó a la Guardia Civil de Tráfico a inhabilitar ambos carriles de circulación por la presencia de piedras y tierra en ambos (sentido ciudad y sentido Monforte de Lemos). A última hora de la tarde, la situación y el cierre del vial aún persistían.
La inestabilidad de la ladera hizo que gran cantidad de tierra cayera sobre el kilómetro 560 de la N-120, por lo que se tuvieron que habilitar desvíos alternativos por la C-536 (para los conductores que se dirigían a Valdeorras), la N-525, N-540 y la A-52. Esta incidencia provocó importantes retenciones y obligó a los agentes de Tráfico de Lugo y Ourense a estar coordinados, ya que ese punto kilométrico está muy próximo a Os Peares, zona limítrofe con la provincia lucense.
Los automovilistas más afectados fueron los que en el momento de los hechos se dirigían a Monforte de Lemos o a la comarca ourensana de Valdeorras (A Rúa, O Barco...) ya que se vieron obligados a buscar una alternativa por la carretera que va a Trives.
La ladera que se vino abajo es consecuencia de la gran cantidad de agua acumulada en la montaña y que ha provocado una importante inestabilidad del terreno. De hecho, los usuarios del citado vial quedaron sorprendidos con la envergadura de las piedras que invadieron la calzada, sin tener que lamentar afortunadamente desgracias personales.
Este uno de los aludes más importantes atribuibles a las condiciones meteorológicas del invierno, caracterizado por abundantes precipitaciones (por encima de los valores normales febrero).
OTROS INCIDENTES
A lo largo de estos últimos tres meses, se produjeron aludes con destacada influencia en el tráfico rodado en la AG-53, a lo largo de 150 metros -comprendidos entre los puntos kilométricos 83 y 83,150 en Punxín-. Los problemas de asentamiento en la ladera obligaron a una urgente intervención.
Los automovilistas más afectados fueron los que en el momento de los hechos se dirigían a Monforte de Lemos o a la comarca ourensana de Valdeorras (A Rúa, O Barco...) ya que se vieron obligados a buscar una alternativa por la carretera que va a Trives.
La ladera que se vino abajo es consecuencia de la gran cantidad de agua acumulada en la montaña y que ha provocado una importante inestabilidad del terreno. De hecho, los usuarios del citado vial quedaron sorprendidos con la envergadura de las piedras que invadieron la calzada, sin tener que lamentar afortunadamente desgracias personales.
Este uno de los aludes más importantes atribuibles a las condiciones meteorológicas del invierno, caracterizado por abundantes precipitaciones (por encima de los valores normales febrero).
OTROS INCIDENTES
A lo largo de estos últimos tres meses, se produjeron aludes con destacada influencia en el tráfico rodado en la AG-53, a lo largo de 150 metros -comprendidos entre los puntos kilométricos 83 y 83,150 en Punxín-. Los problemas de asentamiento en la ladera obligaron a una urgente intervención.
