Una docena de alumnos de Trabajo Social, Educación Social, Pedagogía y Psicología participaron durante el pasado mes de noviembre en un curso de la Uned destinado a la reintegración de presos que se están preparando para recuperar la libertad.
Los estudiantes trabajaron durante las tardes de los jueves y los viernes, instruidos por el psicólogo y tutor del centro de la Uned en Ourense, Jesús Carballo, y por la educadora social y directora de proyectos de la Asociación para a Prevención da Exclusión Social (APES), Patricia Vázquez.
Los alumnos trabajaron con temas como la integración sociolaboral desde los centros penitenciarios, los distintos programas que se llevan a cabo en los propios penales y la situación real de los internos a través de la visita de un recluso en tercer grado que narró a los alumnos su experiencia personal en prisión y las dificultades que siente durante su cautiverio.
Como actividad final, los estudiantes conocieron ayer en persona las instalaciones del Centro Penitenciario de Pereiro de Aguiar, donde recorrieron las celdas de ingresos, el patio, el salón de actos, el área educativa, el polideportivo y el módulo de sección abierta, donde se realizan los trabajos de reinserción. 'Aprovechamos la visita para mostrarles dónde se encuentran los internos que están en semilibertad', explica Patricia Vázquez. Durante la visita, los alumnos interactuaron con dos de los reclusos de la sección abierta, que les relataron qué oportunidades están teniendo gracias al trabajo de los profesionales que les asisten.
Los reclusos participantes en este programa son, en su mayoría, delincuentes comunes, según comenta Patricia Vázquez, 'aunque hemos tenido casos aislados como agresores sexuales, que deben pasar por otro programa específico antes de entrar en la reinserción'. Los internos son seleccionados por el propio centro penitenciario para poder acceder a este tipo de atención en función de su conducta durante el ingreso, independientemente del delito cometido.
Según explicó la educadora social del curso, los alumnos lograron 'complementar la formación que tienen y conocer en profundidad al colectivo de los internos'. 'La variedad de carreras de los estudiantes relacionadas con el sector facilitan que la asistencia interna a reclusos puede ser un buen campo de trabajo para ellos y una buena salida profesional', señala Patricia Vázquez.
Los alumnos trabajaron con temas como la integración sociolaboral desde los centros penitenciarios, los distintos programas que se llevan a cabo en los propios penales y la situación real de los internos a través de la visita de un recluso en tercer grado que narró a los alumnos su experiencia personal en prisión y las dificultades que siente durante su cautiverio.
Como actividad final, los estudiantes conocieron ayer en persona las instalaciones del Centro Penitenciario de Pereiro de Aguiar, donde recorrieron las celdas de ingresos, el patio, el salón de actos, el área educativa, el polideportivo y el módulo de sección abierta, donde se realizan los trabajos de reinserción. 'Aprovechamos la visita para mostrarles dónde se encuentran los internos que están en semilibertad', explica Patricia Vázquez. Durante la visita, los alumnos interactuaron con dos de los reclusos de la sección abierta, que les relataron qué oportunidades están teniendo gracias al trabajo de los profesionales que les asisten.
Los reclusos participantes en este programa son, en su mayoría, delincuentes comunes, según comenta Patricia Vázquez, 'aunque hemos tenido casos aislados como agresores sexuales, que deben pasar por otro programa específico antes de entrar en la reinserción'. Los internos son seleccionados por el propio centro penitenciario para poder acceder a este tipo de atención en función de su conducta durante el ingreso, independientemente del delito cometido.
Según explicó la educadora social del curso, los alumnos lograron 'complementar la formación que tienen y conocer en profundidad al colectivo de los internos'. 'La variedad de carreras de los estudiantes relacionadas con el sector facilitan que la asistencia interna a reclusos puede ser un buen campo de trabajo para ellos y una buena salida profesional', señala Patricia Vázquez.
