CIUDAD

Ourense | Un año de descontrol en el centro

photo_camera Así se encuentra en un día normal el Casco Vello tras la retirada de los bolardos que restringían el acceso al centro de Ourense.
Los polémicos cierres de Concordia y la bajada de bolardos del Casco Vello, ordenados por Jácome sin planificación ni alternativas, han generado tensiones entre vecinos y comerciantes. Una vez más, las promesas del alcalde se las lleva el viento

Sin planificación y alternativas, el arranque de 2020 pasará a la historia de Ourense por las decisiones del alcalde, Gonzalo Pérez Jácome, de cerrar al tráfico la rúa Concordia mientras, poco después, abría la mano para acceder al Casco Vello, una zona que por sus características debe ser protegida lo máximo posible y permitir el tráfico mínimo e imprescindible.

Tensionando a vecinos y comerciantes, la decisión de bajar los bolardos cumple justo un año marcada por la polémica de la investigación de la Fiscalía a Jácome. Las voces en contra de esta medida son mayoría en las calles de la ciudad. Javier, carnicero en Pena Trevinca, asegura que el tráfico "a veces es insoportable y nos nos ayuda en cosas como la carga y descarga". Otro comerciante, en este caso de Santo Domingo, percibe más afluencia de vehículos tanto por la mañana como por la tarde.

También se ha agravado el problema de los coches aparcados junto a elementos patrimoniales como la Catedral, que cada tarde se ve rodeada. "Es un mal que sufrimos, esa costumbre de utilizar el coche para todo", señalan desde la asociación de vecinos Casco Vello, que por el contrario tampoco cree que haya mucho más tráfico que con los bolardos en funcionamiento. "Puede haber influido la pandemia, por otra parte", matiza la representante vecinal.

Controversia

Circuito de automovilismo, AP-9 o una zona con coches a velocidad indiscriminada son algunas de las reflexiones que lanzan las fuerzas políticas de la oposición, entendiendo que en nada ha mejorado la zona histórica de Ourense con el arrebato de Jácome, al que comparan con un sheriff por la frase lanzada hace un año de "soy el alcalde, baje los bolardos".

Precisamente, el regidor aseguraba ayer que se han evitado 75 colisiones de vehículos contra bolardos por su medida de eliminarlos. En paralelo, dice Jácome que se han cursado unas 400 denuncias a conductores que accedían al Casco Vello sin permiso. Mientras, el prometido sistema de cámaras para leer las matrículas y vigilar los incumplimientos que era cuestión de meses sigue en el cajón. Tanta prisa para unas cosas y tan poca para otras. 

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