Desde el año 2004 -el que se abrió íntegramente el trayecto de la AP-53 entre Santiago y Dozón- hasta la actualidad, el peaje de la autopista ha experimentado una subida del 26,4%, lo que se traduce en un incremento de 1,15 euros para los turismos en cada desplazamiento. Así, el peaje del tramo en el momento de su inauguración se había situado en 4,35 euros, pero desde el pasado día 1 de enero asciende ya a 5,50.
También se registró una subida similar en el caso de los vehículos pesados. Para los de categoría 1 (camiones y autocares de dos o tres ejes) el incremento fue porcentualmente superior -en concreto, de un 27,3%-, lo que representa un pago de dos euros más por cada trayecto que realicen (pasó de 7,30 a 9,30 euros). Mientras, para los vehículos pesados de categoría 2 (camiones o autocares de cuatro ejes o más), el aumento es también de un 26,4%, y se traduce en 2,30 euros por viaje efectuado (ya que en ese periodo se encareció de 8,70 a 11 euros).
Los incrementos de tarifas en las autopistas se realizan siempre conforme a los criterios que autoriza la Administración titular de la infraestructura (en este caso, el Estado), pero lo cierto es que se traducen en subidas por encima del IPC. De hecho, según el Instituto Nacional de Estadística, la inflación desde mediados de 2004 creció un 21%, cinco puntos menos de lo que se encareció la autopista.
COMPENSACIÓN POR OBRAS
La última subida refleja no sólo el incremento que el Estado autorizó para las autopistas de su competencia, que fue del un 3,2%(porcentaje ya superior al IPC del último año, que fue de un 2,4%), sino que en el caso de la AP-53 se autorizó un aumento de medio punto más, con lo que en total se encareció un 3,7%. Este margen del 0,5% fue aceptado por Fomento en compensación a la concesionaria por haber realizado unas obras (la dotación de un firme con propiedades drenantes en todo el ancho de la calzada y arcenes entre Silleda y Dozón, así como la construcción de un paso superior en Catasós) que no habían sido contempladas en el contrato inicial. Por ello, se modificaron los términos de la concesión para incluir este incremento 'extraordinario del 0,5 por 100 anual acumulativo, desde el año 2012 hasta compensar los sobrecostes de las obras adicionales, cuyo importe asciende a 643.351,78 euros', según indicó Fomento al autorizar esta subida.
Este incremento de precio se produce, además, en el primer año en el que la AP-53 pierde tráfico desde su apertura. Según los últimos datos que ofrece el Ministerio de Fomento (correspondientes a agosto), en los ocho primeros meses de 2011 se registró un nivel medio de usuarios de 5.856 al día, lo que representa una caída del 5% con respecto a los 6.165 vehículos que, de media, la utilizaron en el mismo periodo del año anterior.
El descenso del nivel de uso afecta también a los vehículos pesados, que suponen sólo cinco de cada 100 usuarios de la vía. Así, entre enero y agosto de 2011, la intensidad media de tráfico de vehículos pesados fue de 341 usuarios, un 5,5% menos que en 2010. Es la segunda vez en que se produce un descenso del uso por parte de estos vehículos, ya que en 2009 también se registró un descenso del 8,7% con respecto al año precedente.
Los incrementos de tarifas en las autopistas se realizan siempre conforme a los criterios que autoriza la Administración titular de la infraestructura (en este caso, el Estado), pero lo cierto es que se traducen en subidas por encima del IPC. De hecho, según el Instituto Nacional de Estadística, la inflación desde mediados de 2004 creció un 21%, cinco puntos menos de lo que se encareció la autopista.
COMPENSACIÓN POR OBRAS
La última subida refleja no sólo el incremento que el Estado autorizó para las autopistas de su competencia, que fue del un 3,2%(porcentaje ya superior al IPC del último año, que fue de un 2,4%), sino que en el caso de la AP-53 se autorizó un aumento de medio punto más, con lo que en total se encareció un 3,7%. Este margen del 0,5% fue aceptado por Fomento en compensación a la concesionaria por haber realizado unas obras (la dotación de un firme con propiedades drenantes en todo el ancho de la calzada y arcenes entre Silleda y Dozón, así como la construcción de un paso superior en Catasós) que no habían sido contempladas en el contrato inicial. Por ello, se modificaron los términos de la concesión para incluir este incremento 'extraordinario del 0,5 por 100 anual acumulativo, desde el año 2012 hasta compensar los sobrecostes de las obras adicionales, cuyo importe asciende a 643.351,78 euros', según indicó Fomento al autorizar esta subida.
Este incremento de precio se produce, además, en el primer año en el que la AP-53 pierde tráfico desde su apertura. Según los últimos datos que ofrece el Ministerio de Fomento (correspondientes a agosto), en los ocho primeros meses de 2011 se registró un nivel medio de usuarios de 5.856 al día, lo que representa una caída del 5% con respecto a los 6.165 vehículos que, de media, la utilizaron en el mismo periodo del año anterior.
El descenso del nivel de uso afecta también a los vehículos pesados, que suponen sólo cinco de cada 100 usuarios de la vía. Así, entre enero y agosto de 2011, la intensidad media de tráfico de vehículos pesados fue de 341 usuarios, un 5,5% menos que en 2010. Es la segunda vez en que se produce un descenso del uso por parte de estos vehículos, ya que en 2009 también se registró un descenso del 8,7% con respecto al año precedente.
