El del artesano es un trabajo paciente, minucioso y, en muchos casos, desconocido. Son 85 los talleres que resisten en la provincia, especialmente en el rural. Alfareros, joyeros, ceramistas, restauradores, hojalateros o canteros desempeñan un oficio que dejó a muchos atrás por la crisis, los avances tecnológicos y el cambio de hábitos de la sociedad. Sin embargo, Ourense vive un pequeño resurgir del oficio: en 27 concellos, uno de cada tres de la provincia, hay, al menos, un taller artesanal. El Rexistro Xeral de Artesanía de Galicia contempla 85 talleres en Ourense -30 en la ciudad-, pero en toda Galicia son muchos más: 852.
A Coruña es la provincia con mayor concentración (382); le sigue Pontevedra (256), Lugo (120) y, por último, Ourense. En la Asociación de Artesáns de Ourense (ADAO) están en un momento dulce: hace apenas unas semanas se unían por primera vez a la celebración de los Días Europeos de la Artesanía. Agotaron las plazas de los talleres que ofrecían en el Casco Viejo y, tras ese éxito, quieren más. Precisamente el mapa de los artesanos de Ourense le da su protagonismo a la ciudad: son 30 artesanos, muchos joyeros.
“En la asociación somos una treintena de socios y hay nuevos que se incorporaron recientemente”, asegura Olga Santos, presidenta de ADAO, que confirma la tendencia de que “la joyería es uno de los oficios en los que más se está emprendiendo”. Con todo, más allá de la importancia de la ciudad en el mapa de la artesanía, “habitualmente los obradoiros están en el rural, porque es un proceso muy largo y laborioso, en el taller se hacen las piezas de principio a fin”.
Tras la ciudad, el protagonismo es de Allariz. En esta villa hay hasta ocho talleres, con especial protagonismo de los dedicados a tejidos y sombrerería. Le sigue O Barco, con cinco talleres. En la capital de Valdeorras se registran dos talleres de joyería. También triunfa la orfebrería en Pereiro, municipio en el que hay cuatro artesanos. El mismo número de talleres sobresale en Xinzo, aunque aquí la actividad que prima es la tapicería.
El oficio en el rural resiste gracias a unos pocos: en 12 de los 27 concellos con talleres -prácticamente en la mitad- solo hay un artesano registrado. Además, en muchos municipios la actividad económica que desempeñan es la que se identifica con el propio concello: pasa con la alfarería en Xunqueira de Espadanedo o Baños de Molgas, con la cestería en A Pobra de Trives o con la cerámica en Nogueira de Ramuín.
“Los artesanos somos todoterreno, aguantamos los avatares que nos vienen. Hay crisis, como en todos los sectores, pero no hay nada que nos haga abandonar y cada vez se reconoce más la pieza artesana”, dice, optimista, la presidenta del colectivo en Ourense. El próximo 1 de mayo la ciudad acoge la conocida Feria de Artesanía durante siete días en los que los artesanos salen a la calle. Es la vigésimo sexta edición del evento. El lema elegido es “A creación como modo de vida”.
