La mayoría proceden del perímetro rural y se refieren a cierres de fincas o construcción de galpones

Aumentan las denuncias urbanísticas, que alcanzan las 130 al mes en la ciudad

Imagen genérica de Quintela de Canedo. En el rural de la ciudad es donde más denuncias hay. (Foto: José Paz)
El Concello ha tramitado en lo que va de año 1.170 escritos de denuncias por irregularidades urbanísticas. La mayoría de ellos proceden del extrarradio de la ciudad y se refieren a muros, galpones y cierres edificados sin permiso. En el casco urbano se refieren principalmente a la instalación de ascensores y cierres de terrazas.
Realizar obras en casa o una finca sin contar con el pertinente permiso municipal -en las intervenciones en que éste sea necesario- puede salir caro. Siempre y cuando, claro está, sea denunciado bien por sus vecinos, bien por los veedores de disciplina urbanística que se encargan de controlar este tipo de actuaciones. En lo que va de año, el departamento de Urbanismo del Concello de Ourense ha tramitado 1.170 escritos de denuncias, realizados tanto de oficio como por iniciativa de algún ciudadano. Algunos terminarán en nada. Otros pueden acarrear desde sanciones económicas (dependen de la infracción) a una orden de demolición de la obra realizada.

La mayoría de las denuncias sobre irregularidades urbanísticas llegan del extrarradio de la ciudad. En buena medida, tienen como causa un muro edificado sin permiso, galpones que ‘crecen’ sin licencia o cierres de fincas, también con alguna irregularidad. En el caso del casco urbano de la ciudad, los motivos de denuncia más habituales suelen estar relacionados con la instalación de ascensores y el cierre de terrazas o de traseras de los edificios.

Según fuentes del Concello, ‘lo que nos llega son mayoritariamente cosas de este tipo, más pequeñas. Es muy raro que se construya un edificio o una casa sin licencia municipal’. Aun así, evidentemente se dan casos de todo tipo, como ciudadanos que deciden aumentar sus casas añadiéndole una buhardilla como piso superior o un bajo como piso inferior, dependiendo de la altura de la vivienda en el edificio. Otros, optan por hacer crecer sus fincas con terreno público o de sus vecinos. En ocasiones, disputas vecinales pueden estar detrás de un escrito de denuncia de los que llegan al Concello.

Otros años


La cantidad de denuncias que anualmente tramita el Concello por irregularidades urbanísticas se mantiene bastante estable en los últimos años. Así, en todo el 2008 se abrieron 1.195 expedientes de este tipo -25 más de las registradas ya en los primeros nueve meses de este año, cifra ligeramente inferior a la que se había registrado un año antes, cuando se habían tramitado un total de 1.226 escritos por esta causa.

Los expedientes de disciplina urbanística no surgen sólo de la ausencia de licencia municipal para acometer la obra, sino que también pueden ser abiertos cuando los trabajos que se realizan no se corresponden con el proyecto que se había presentado en la solicitud realizada para la obtención del permiso.

Permisos necesarios para parcelaciones, movimientos de tierra y obras de nueva planta

Las licencias tienen como finalidad comprobar que los actos de ocupación, construcción, edificación y uso del suelo proyectados se ajustan al ordenamiento urbanístico vigente. Antes de realizar una obra, es necesario solicitar el permiso municipal para, entre otras actuaciones, parcelaciones urbanísticas, movimientos de tierra, obras de nueva planta, modificación de la estructura o aspecto exterior de las edificaciones existentes, los vallados o cercados de fincas e incluso la colocación de carteles de propaganda visibles desde la vía pública. En este último caso, el Concello intenta legalizar las vallas publicitarias que se ajusten a la normativa, después de detectar que el 90% de ellas -alrededor de 245- eran ilegales.

En los casos que se refieran a ejecución de obras o instalaciones, será preciso adjuntar a la solicitud de licencia un proyecto técnico redactado por un profesional. Este proyecto no es necesario en el caso de las obras menores -aquellas de escasa entidad constructiva y económica que no supongan alteración del volumen, del uso, de las instalaciones y servicios de uso común, así como del número de viviendas y locales, entre otros aspectos-. Aun así, las parcelaciones urbanísticas, los movimientos de tierra, los cerramientos de muro de fábrica de cualquier clase y las intervenciones en edificios declarados bienes de interés cultural nunca son considerados como obras menores.

Una vez presentados los proyectos -si se necesitan- y analizados por los técnicos municipales, la junta de gobierno decide si se concede la licencia solicitada por el particular.

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