TRÁFICO - OURENSE

Aumentan los porcentajes de positivos en alcohol y drogas

Los conductores cazados bajo el efecto de estupefacientes subieron un 3,37% el pasado año

Los conductores que dieron positivos en alcohol o drogas en las carreteras ourensanos aumentaron en términos porcentuales el pasado año respecto a 2015. La subida más destacada se anota en el apartado de los estupefacientes, con un 3,37%. Mientras, los positivos en al alcoholímetro registran un aumento del 0,11%.

Este último caso tiene la particularidad de dibujarse tras un 2016 en el que se redujeron significativamente las pruebas de alcohol, pasando de las 125.523 realizadas durante el 2015 a 86.456, según los datos que facilitó ayer la diputada del PP, Ana Belén Vázquez, tras formular una pregunta al Gobierno sobre la siniestralidad en las carreteras ourensanas.

Sin embargo, los agentes, pese a realizar menos test de alcohol no vieron reducido sustancialmente el número de conductores que dieron positivo. El año pasado interceptaron 1.186 conductores al volante después de haber consumido más alcohol del permitido. En el 2015, la cifra fue de 1.588, lo que conforma ese repunte del 0,11%.

En este sentido, Tráfico aclara que las alcoholemias se vienen reduciendo desde el año 2012, cuando se realizaron 140.479, en los que 3.015 dieron positivo.

Aumentan las drogas

Por contra aumentaron las pruebas de droga, que, a tenor de los datos que maneja el Gobierno central, destapan un grave problema en las carreteras ourensanas, oculto hasta el año 2012 cuando se puso en marcha este tipo de controles. Entonces se realizaron 109 pruebas y dieron positivo 64 conductores.

Durante el año 2016, la cifra de positivos se disparó hasta los 946 conductores que dieron positivo en droga en los 2.387 controles que realizaron los agentes de Tráfico.Si tomamos la comparación con el 2015 (2.297 controles, 833 positivos), nos quedamos con ese aumento del 3,37%.

En lo que respecta al tipo de droga, la mayoría de conductores, casi un 57%, fue interceptado tras consumir cannabis. Tras estos, figuran los que dieron positivo en cocaína, que fueron un 27,6 de los interceptados el año pasado en los viales ourensanos.Las anfetaminas (6,57%) y los opioides (6,34%), completan los primeros puestos.

Más controles

Ante este escenario, en el que cada vez es más frecuente cazar a conductores drogados, en la Guardia Civil de Tráfico sostienen que se van a seguir aumentando las pruebas de consumo de estupefacientes, con especial incidencia en los camioneros. Este tipo de conductores encendió la alarma el pasado mes en la Comandancia ourensana, después de que fueran interceptados dos conductores, uno de ellos de un transporte espacial, bajo los efectos de las drogas.

Los dos fueron parados en la autovía Rías Baixas, uno a la altura de Trasmiras, y el otro en A Mezquita. En ambos casos habían consumido cannabis.

Desde que comenzó el 2017, los agentes denunciaron a cinco conductores por dar positivo en drogas, a los que hay que sumar otros 27 camioneros multados en 2016.

El refuerzo en los controles afectará a todas las carreteras. Tráfico tiene estos días en marcha una campaña para impedir el consumo de drogas a la hora de ponerse al volante y circular por cualquier carretera de la provincia . Los agentes establecen controles, sobre todo por la noche, en las autovías y carreteras que conducen a los distintos pueblos. 

Setenta y siete conductores son multados cada día en la provincia

Una media de 77 conductores son multados a diario en las carreteras de la provincia. Los agentes tramitaron durante el año 2016 un total de 27.711  sanciones, un cifra ligeramente superior con respecto año anterior, en la que fueron  26.078.

El número de multas vienen oscilando en los últimos siete  años. Según los datos facilitados ayer por la diputada del PP Ana Belén Vázquez, los agentes tramitaron en el 2010 un total de 29.106 sanciones y al siguiente subieron hasta las 33.229, llegando en el 2012 a las 34.250, la misma cifra que en el período del 2014. Las multas son mayoritariamente por exceso de velocidad, conducir hablando por el móvil y bajo los efectos del alcohol o drogas. 

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