Todas las víctimas de este año, excepto una, perdieron la vida en viales de la red principal

Autovía Rías Baixas y la N-525, las carreteras con más muertos

El accidente ocurrido en la N-525, en O Viso. (Foto: XESÚS FARIÑAS)
A falta de algo menos de dos meses para acabar el año, las muertes en carretera han caído un tercio con respecto al mismo periodo de un año antes, una tendencia que se consolida desde 2002 de forma fehaciente.
Ahora bien, este año hay un dato que destaca con respecto lo sucedido en otros periodos: la siniestralidad mortal en las carreteras de la red principal, esto es, nacionales y autovías. De hecho, salvo un atropello en la OU-540 hace ahora un mes y otro en el casco urbano de Ribadavia, el resto de siniestros con fallecidos se produjo en los viales de titularidad estatal, principalmente la N-525 (cuatro muertos) y la autovía Rías Baixas (dos), además de otra persona pereció en la N-120.

Este escenario de la siniestralidad mortal destaca con lo que venía sucediendo estos últimos años. El pasado año, por ejemplo, salvo dos percances mortales en las villas de Xinzo y Verín, el resto tuvo lugar mayoritariamente en carreteras de la red secundaria en donde los desplazamientos son de corto recorrido y los conductores tienden a bajar la guardia en temas con el uso del cinturón, la ingesta de alcohol o la adecuación de la velocidad a la vía.

Precisamente, el exceso de velocidad es la causa más presente en las salidas de vía y colisiones que provocan fallecidos en los viales de la red principal en la provincia. De hecho, según los atestados de la Guardia Civil de Tráfico, estuvo presente en los accidentes en los que perecieron cuatro personas.


ANIMALES EN LA CALZADA

Este año, además, cabe destacar por primera vez en mucho tiempo, un siniestro mortal atribuido a la irrupción de animales en la calzada, concretamente en la autovía, a su paso por Cenlle. Ocurrió el día 21 de septiembre a las 05,10 horas de la madrugada y le costó la vida a un joven de 24 años que ocupaba el asiento trasero. Una manada de jabalíes se cruzó en el trazado de un turismo en el que viajaban cinco jóvenes amigos que regresaban a sus domicilios en el entorno de Vigo tras pasar la noche en las termas de Outariz.

La irrupción de animales silvestres o domésticos en los casi 6.000 kilómetros de la red carreteras, urbanas, interurbanas y pistas municipales que discurren por toda la provincia provocaron el pasado año 684 accidentes de tráfico, una elevada cifra que ha ido en aumento en los últimos años (un informe de Tráfico del año 2004 cifraba en 214 los accidentes de este tipo registrados en Ourense).

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