LLEGADA DE LA ALTA VELOCIDAD

El AVE Ourense-Vigo: cuatro propuestas, ninguna realidad

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photo_camera Los cuatro trazados: por el Eje Atlántico (izquierda), por Cerdedo (arriba), el Tea (en el centro) y por el Miño (abajo).

Miño, Santiago, Cerdedo y Tea son los trazados de enlace que se han ido poniendo encima de la mesa tras descartarse el recorrido único en forma de "L", que habría servido para toda Galicia 

La conexión de alta velocidad de Vigo con Madrid pasa por el viaje a Ourense. Una vez que en su momento se descartó un único recorrido para toda Galicia en "L" desde Ourense a Vigo y de ahí a Santiago y Coruña, la mayor ciudad gallega se quedaba fuera de juego. En 2004 se plantearon alternativas, siendo la más conocida Cerdedo, la variante desde el norte de Pontevedra que enlazaría con el tramo AVE Santiago-Ourense. No es la única posibilidad. Otra, que ya está lista para su uso, sería un largo rodeo por Santiago que en Vigo no se acepta. Y todavía dos más: modernizar la línea del Miño o un trazado alternativo por el sur, cercano al Tea.

AVE por Cerdedo. Es la prioridad desde Vigo, varias veces ratificada por la Corporación, y en teoría para el Ministerio de Fomento. Se trata de una variante de 53,5 kilómetros cuyo coste oscilaría entre los 1.500 y los 2.300 millones de euros, en función del trazado y la fórmula constructiva y que está de nuevo desde hace dos años en fase de evaluación ambiental. Exige que la mayor parte del recorrido se realice por túneles –uno de 10 kilómetros- y viaductos, lo que encarece su coste. Ana Pastor barajó construir una vía única para reducir el precio de forma muy importante, en un tercio al menos, con la promesa de hacer la otra cuando sea posible, con la idea de que pudiera ponerse en servicio con rapidez. Pero la idea parece descartada. En teoría permitiría ir desde Vigo a Ourense por alta velocidad utilizando en primer lugar la vía del Eje Atlántico hasta el Norte de Pontevedra, luego la variante de Cerdedo y finalmente el tramo AVE Santiago-Ourense. En estas condiciones, el recorrido se haría en unos 35 minutos.

Por Santiago. Sería el más fácil de poner en marcha, ya que a día de hoy están construidas las principales infraestructuras necesarias. También sería la alternativa más sencilla y barata para Fomento y la que el ministerio ha ido manejando periódicamente, con total oposición desde Vigo. Se trata de utilizar la vía del Eje Atlántico mediante su conexión directa con un intercambiador (bypass) en Conxo, en las afueras de Compostela, lo que evitaría entrar en la estación y perder tiempo. Desde dicho punto, se conecta con el tramo AVE Santiago-Ourense. El viaje supondría 50 minutos hasta Santiago y otros 20 a Ourense e el mejor de los casos, 70 en total, y además sumar unos 50 kilómetros.

Por el Miño. Es la actual vía, obsoleta, con 150 años de uso, que obliga a que el viaje entre Vigo y Ourense alcance la hora y media. El grupo municipal de Marea de Vigo se apuntó a una propuesta que ya barajó Fomento e incluso técnicos de UGT, que realizaron una previsión de costes: una inversión de tan solo 80 millones de euros para modernizar y reformar la vía entre Vigo-Urzaiz y Os Valos y otros 30 millones más en Os Valos-Guillarei permitiría adaptar el corredor del Miño a 220 kilómetros hora en dicho tramo para poder llegar, aseguran, a Ourense en 68 minutos, frente a los al menos 90 que hacen falta ahora.

Por el Tea. Al contrario que el resto de trazados, en este caso se trata de una propuesta lanzada por un ingeniero especialista en ferrocarriles, Xosé Carlos Fernández, que cuenta con aapoyos aunque ninguno oficial. Parte de la idea de que apostar por la variante de Cerdedo supone un gasto de tiempo y kilómetros, cuando podría resultar más fácil un recorrido recto por el valle del Tea, desde las cercanías de Mondariz. En su opinión, Vigo respalda una linea 'indirecta' de 115 kilómetros en total (por Cerdedo), y que -según sus cálculos- podría tener que tener un coste de 2.500 millones y que considera que sólo ahorrará unos 25 minutos frente al recorrido que da la vuelta por Santiago. Su propuesta, que ha presentado en distintos foros, es lo que llama una linea verdaderamente directa, de solo 86 kilómetros, que ahorraría 45 minutos respecto de la "vuelta" por Santiago' y dejaría el viaje en unos 30 minutos. 
 

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