El presidente provincial del PP de Ourense, José Luis Baltar, manifestó que está llegando al final de su ciclo político y que la renovación en el seno de los populares ourensanos debe pasar por su persona y anunció que desde hoy mismo pondrá su cargo a disposición del PPdeG.
En una entrevista en la Cadena Cope, José Luis Baltar se mostró muy satisfecho por lo resultados obtenidos por su formación política en las elecciones autonómica.
Preguntado por la posibilidad de perder el octavo diputado por la provincia de Ourense tras el recuento del voto emigrante, que le arrancaría el PSOE, -ya que se quedó a unos 500 votos del quinto diputado-, Baltar señaló que si esto ocurriese sería anecdótico, ya que manifestó que lo importante era lograr la mayoría en Galicia.
En este sentido, Baltar Pumar aseguró que el PP no quiere perder el octavo diputado y aseguró que no lo va a perder aunque añadió que si finalmente lo pierden tras el recuento del voto procedente del exterior será algo anecdótico.
El barón popular manifestó que tras la victoria del PPdeG en las urnas por razones de edad y no por otra cosa llegó el fin de mi ciclo político. Antes de que los militantes me digan que me vaya pongo mi cargo a disposición del partido, señaló.
Baltar Pumar manifestó que desmismo pone su cargo a disposición del presidente regional y futuro presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, para que sea él el que determine el momento más idóneo para decidir su marcha. De hecho, el líder popular manifestó que no se iría nunca si el barco del partido no anduviera bien aunque con los resultados obtenidos por el PPdeG, aseguró irse en las horas de triunfo.
En este sentido, el líder del PP ourensano insistió en que hay que hablar de la renovación en Ourense y dicha renovación debe pasar por su persona. Yo estoy dispuesto a colaborar para que se haga en el momento más oportuno y el presidente regional tendrá que decidir cuando es ése momento, zanjó.
CAMPAÑA SUCIA
Baltar aseguró que los resultados obtenidos por el PP de Galicia responden a que el bipartito no cumplió las expectativas que los ciudadanos tenían además del desarrollo de una de las campañas más sucias que se recuerdan en la provincia de Ourense contra su persona.
En este sentido, el líder del PP manifestó que en primer lugar y tras el cese del cabeza de lista por Ourense, Luis Carrera suplantaron su personalidad remitiendo un mensaje a los electores para que tachasen su nombre en la papeleta.
En segundo lugar Baltar señaló que desde el PSOE se lanzó una acusación grave contra él haciendo referencia a una condonación de deuda de más de 170 millones de las antiguas pesetas por parte de Caixanova cuando es algo que en Ourense no se cree nadie porque todo el mundo sabe que se pagó con ayuda de mucha gente.
El líder del PP también hizo referencia a la negativa por parte de apoderados del PSOE a darles la mano ayer, cuando acudía a depositar su voto, además de dos denuncias presentadas en la localidad de Bande donde se habían entregado sobres cerrados del PP con la papeleta en la que aparecía un símbolo al lado del nombre de Luis Carrera y que habrían sido considerados nulos.
En este sentido, Baltar Pumar aseguró que el PSOE de Ourense estaba nervioso y afirmó que lo notó en el momento en que los apoderados no quisieron darme la mano.
Preguntado por la posibilidad de perder el octavo diputado por la provincia de Ourense tras el recuento del voto emigrante, que le arrancaría el PSOE, -ya que se quedó a unos 500 votos del quinto diputado-, Baltar señaló que si esto ocurriese sería anecdótico, ya que manifestó que lo importante era lograr la mayoría en Galicia.
En este sentido, Baltar Pumar aseguró que el PP no quiere perder el octavo diputado y aseguró que no lo va a perder aunque añadió que si finalmente lo pierden tras el recuento del voto procedente del exterior será algo anecdótico.
El barón popular manifestó que tras la victoria del PPdeG en las urnas por razones de edad y no por otra cosa llegó el fin de mi ciclo político. Antes de que los militantes me digan que me vaya pongo mi cargo a disposición del partido, señaló.
Baltar Pumar manifestó que desmismo pone su cargo a disposición del presidente regional y futuro presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, para que sea él el que determine el momento más idóneo para decidir su marcha. De hecho, el líder popular manifestó que no se iría nunca si el barco del partido no anduviera bien aunque con los resultados obtenidos por el PPdeG, aseguró irse en las horas de triunfo.
En este sentido, el líder del PP ourensano insistió en que hay que hablar de la renovación en Ourense y dicha renovación debe pasar por su persona. Yo estoy dispuesto a colaborar para que se haga en el momento más oportuno y el presidente regional tendrá que decidir cuando es ése momento, zanjó.
CAMPAÑA SUCIA
Baltar aseguró que los resultados obtenidos por el PP de Galicia responden a que el bipartito no cumplió las expectativas que los ciudadanos tenían además del desarrollo de una de las campañas más sucias que se recuerdan en la provincia de Ourense contra su persona.
En este sentido, el líder del PP manifestó que en primer lugar y tras el cese del cabeza de lista por Ourense, Luis Carrera suplantaron su personalidad remitiendo un mensaje a los electores para que tachasen su nombre en la papeleta.
En segundo lugar Baltar señaló que desde el PSOE se lanzó una acusación grave contra él haciendo referencia a una condonación de deuda de más de 170 millones de las antiguas pesetas por parte de Caixanova cuando es algo que en Ourense no se cree nadie porque todo el mundo sabe que se pagó con ayuda de mucha gente.
El líder del PP también hizo referencia a la negativa por parte de apoderados del PSOE a darles la mano ayer, cuando acudía a depositar su voto, además de dos denuncias presentadas en la localidad de Bande donde se habían entregado sobres cerrados del PP con la papeleta en la que aparecía un símbolo al lado del nombre de Luis Carrera y que habrían sido considerados nulos.
En este sentido, Baltar Pumar aseguró que el PSOE de Ourense estaba nervioso y afirmó que lo notó en el momento en que los apoderados no quisieron darme la mano.