OURENSE

Batalla campal en la Praza Maior: las niñas no dejan comadre con cabeza

jueves comadres Ourense
photo_camera Las comadres hechas por los niños se convierten en el objeto más cotizado para las niñas, cuyo objetivo es destrozárselas.

Tras los escolares, el protagonismo se desplazó en la ciudad a las tradicionales cenas y la posterior fiesta 

La Praza Maior se convirtió, por segundo jueves consecutivo, en un auténtico campo de batalla. Esta vez, los perseguidos fueron los niños y el objetivo, sus comadres. Desde las once de la mañana, la entrada del edificio consistorial comenzó a llenarse de color y música. Los escolares del CEIP Manuel Sueiro, CPR Maristas, CEIP As mercedes y CEIP Virxe de Covadonga ocuparon la escalinata principal, preparándose para el combate mientras los monitores se encargaban de animar el ambiente. Hubo quien llegó al Jueves de Comadres con un poco de "nervios", pero con muchas ganas de pasárselo "genial" y no dejar títere con cabeza. 

En algunos casos, con estrategias pensadas en casa, como María Barros: "Vamos a ir de dos, para que mientras una distrae al niño, la otra le quita la comadre".  Al grito de "nin unha comadre viva", comenzó la persecución "entroideira" en el centro de la Praza Maior. Los viandantes, desde los soportales, no dudaron en inmortalizar la escena. Las niñas corrían a por las comadres más bonitas, que acabaron destrozadas en el suelo, reducidas a mechones de lana y jirones de papel couché. "La mía no me la cogieron porque corrí mucho, no me la escondí", señala Unai, orgulloso de su colorida comadre. 

Por la tarde, en la ciudad ya se pudieron ver disfraces de todo tipo, sobre todo, entre escolares. Los alumnos de Salesianos pasearon el Puente Romano vestidos de señales viales, aprovechando la formación en Educación Vial. 


Versión adulta


Como no podía ser de otra forma, el Jueves de Comadres también tuvo su versión nocturna en la ciudad para los adultos. El restaurante del Liceo acogió desde las diez de la noche la cena de más de 300 mujeres, entre pequeñas y mayores, una tradición que se repite cada año . Frei Canedo, de A Ponte, también inauguró su Entroido con la cena de comadres, a la que también acudieron hombres pero "vestidos de mujer, claro", tal y como cuentan desde la organización. Alrededor de 40 féminas disfrutaron de la "comilona" y posterior fiesta.

Los frailes pontinos arrancan así el calendario festivo que, hasta el lunes, inundará el parque del Miño, bajo el Puente Romano. El Entroido ya está aquí, al menos, hasta el próximo Miércoles de Ceniza.

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