El bloqueo estatal a la A-76 penaliza en tiempos y seguridad a Valdeorras

Hartazgo e indignación tras casi dos décadas de trámites sin una sola obra y un grito común: “Es un proyecto irrenunciable”

La falta de compromiso de los distintos gobiernos del Estado que han ido sucediéndose desde que hace casi dos décadas se fraguase la idea de mejorar las comunicaciones de Valdeorras conectándola con una vía de alta capacidad está llevando a la sociedad valdeorresa a niveles de hartazgo e indignación casi imposibles de superar, lastrando también la competitividad ourensana y gallega.

La triste historia de la A-76, concebida para enlazar la ciudad de Ourense y Ponferrada a través de una autovía de 125 kilómetros pero en la que no hay ni un solo metro en obras penaliza a Valdeorras tanto en materia de tiempos -ya que la ejecución de esta carretera dejaría Ourense y O Barco a menos de una hora y permitiría a los valdeorres conectar con la A-6 y el resto de la Península con muchas más facilidades-, como de seguridad, al tener que conformarse con una N-120 llena de defectos en la que tampoco se acometen todos los remiendos prometidos. Se da la circunstancia de que,  en el caso de salir adelante la autovía, esto permitiría desdoblar la nacional en buena parte del recorrido, con las consiguientes mejoras de fiabilidad y confortabilidad para los conductores.

Con el estudio informativo aprobado desde febrero de 2014 después de una larga tramitación administrativa tras ser licitado en 2005, y sin acometer el estudio de impacto ambiental hasta julio de 2013, hay avances significativos en apenas dos de los 12 tramos en los que se dividió la autovía, los trazados entre Villamartín de la abadía y Requejo (en la provincia de León) y entre A Veiga de Cascallá y O Barco, pero ni siquiera en estos se ha conseguido finiquitar el proyecto constructivo. En el resto de tramos, el bloqueo es total mientras se lanzan globosondas para reformular la actuación minimizando la inversión para la comarca o incluso suprimiendo el trazado entre Monforte y Ourense.

Pelea institucional

Xunta y Diputación coinciden en la necesidad de que el plan estatal de infraestructuras se cumpla en su integridad. “Son demandas históricas e vemos con inquedanza como o Goberno de España segue sen manifestar entusiasmo algún. Non vemos vontade política nin dilixencia administrativa cando estamos a falar dunha infraestrutura estratéxica para os veciños de Valdeorras e esencial para a vertebración da provincia e a Galicia interior”, destaca la conselleira de Infraestruturas del Gobierno gallego, Ethel Vázquez.

Desde el Pazo Provincial, el presidente de la Diputación, Manuel Baltar, recuerda que “dinamizar la A-76 é a solución máxima para corrixir o desequilibrio territorial e está tardando demasiado”, poniendo el foco en el peso de Valdeorras en la economía gallega: “Non podemos gañar competitividade co AVE e non aproveitar unha zona con posibilidades inmensas, líder mundial no sector da pizarra e cunha infraestrutura básica como Manzaneda”.

El secretario provincial del PSOE, Rafael Rodríguez Villarino, coincide en que “estamos ante una comunicación moi importante y por la que lucharemos”. Uno de los referentes políticos de Valdeorras, también socialista, es el alcalde de O Barco, Alfredo García, que tiene claro que “estamos ante algo irrenunciable”, aunque apuesta por aprovechar el trabajo hecho “con los tres tramos hasta la A-6, en León”. El regidor barquense está “convencido” de que “estamos en la buena línea para que a finales de año haya movimientos”.

Anhelo

La competitividad es, según los responsables de las organizaciones empresariales, un factor penalizado por la inexistencia de una vía de alta capacidad que comunique Valdeorras con el resto de la provincia y León. La presidenta de la Confederación de Empresarios de Ourense, Marisol Nóvoa, señala que la A-76 “es vital e importantísima y no se le presta ni se le ha prestado la atención necesaria, máxime cuando hablamos de una comarca pizarrera que exporta este producto por todo el mundo y que tiene un gran peso en el sector vitivinícola”.

Con más contundencia, la presidenta de la Asociación Empresarial de Valdeorras, Araceli Fernández, empieza con rotundidad. “Estamos hastiados”, asegura, antes recordar que está en juego la supervivencia de una comarca: “Sería interesante que pensasen cuánto se han gastado en decir que sí y no, en todos los estudios para no ejecutar. Hablan de sostenibilidad pero de boquilla, en vez de pensar a largo plazo que la distribución de la población es clave. No se puede invertir todo en la costa y en las zonas urbanas. El PIB que aportamos además es muy importante y resultado que somos los más olvidados”.

Sectores clave

La pizarra o el vino son solo dos ejemplos de la capacidad de Valdeorras para crear riqueza, todo ello pese a estar penalizados por un aislamiento que no se revierte por la carencia de infraestructuras. El gerente del Clúster de la Pizarra, Severino González, recuerda la necesidad del sector de exportar el producto a otras latitudes y las dificultades que se encuentran.

“A A-76 para nós sería fundamental porque nos comunicaría con Ourense e, desde aí, chegaríamos máis rápido a Vigo, desde onde exportamos a outros países”, sostiene González, que reconoce que “estamos cansos de promesas e de que non se execute nada, polo que nos sentimos marxinados”. El gerente del Clúster de la Pizarra pide que, por lo menos, “mentres non a fagan que nos arranxen o que temos, que dá pena”.

Por su parte, el presidente del Consello Regulador de la Denominación de Orixe Valdeorras, José Luis García Pando, es breve y conciso en su mensaje. “Estamos xa fartos de todo, que nos deixen en paz é o sentir que temos nesta comarca. Vimos reclamando cousas desde hai 40 anos e non se cumpre nada, estamos cansados”, asegura uno de las voces autorizadas del sector vitivinícola.

Más voces

Otro sector que alza la voz es del empresariado local de O Barco, por boca del presidente del Centro Comercial Aberto de la villa, Jacobo Arias, apuntando que “es un  hecho que las comunicaciones están fastidiadas, algo que pasa en general en Galicia pero que a nosotros, un pueblo importante, nos hace estar mucho más apartados”. Reconoce Arias que es una infraestructura compleja, pero “está claro que tendríamos que tener mejores carreteras”.

Mientras, el responsable de la CIG en Valdeorras, Francisco Moral, pide soluciones ante el “desastre de estrada que temos”, indicando que “necesitamos a autovía como auga de maio, xa que ademais de para os cidadáns, sería moi interesante para todo o tecido económico”. Ironiza con que “xa nos consideramos do Bierzo e que non pertencemos a Galiza”. Un síntoma más de que algo falla desde hace mucho tiempo en el trato a Valdeorras.

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