El BNG presentará alegaciones al nuevo Plan Xeral contra la inclusión de los ámbitos de la ordenación provisional que proceden de convenios urbanísticos y desarrollos del planeamiento aprobado en 2003 y anulado por el Tribunal Supremo en 2011.
Se trata, en concreto, de 21 proyectos de edificación residencial no ejecutados y que, a juicio del portavoz de la formación, Xosé Somoza, "condicionan o desenvolvemento da cidade".
El concejal nacionalista enumera algunos de estos desarrollos urbanísticos, como las torres planificadas en A Chavasqueira, las incluidas en el área de reparto 43 N (también en las inmediaciones de la zona termal), las de O Polvorín y las diseñadas en los proyectos de Eroski y Flager en A Farixa y Mariñamansa, respectivamente.
Según subraya el BNG, la materialización de estos proyectos implicaría la construcción de casi 4.000 viviendas y significan "unha densidade edificativa moito maior que os ámbitos de crecemento residencial que propón o novo PXOM e incluso das alturas normativas que este documento pretende establecer".
De hecho, los nacionalistas aseguran no entender "como o equipo redactor, que propón un modelo de cidade non excesivamente densificado, deixa introducir decenas de torres de vivenda de máis de dez alturas", afirma Xosé Somoza.
Ante esta situación, el BNG apuesta por la reducción de la capacidad residencial en estos ámbitos que, a su juicio, permitiría que se incremente la prevista en el nuevo planeamiento en los núcleos de la periferia rural de la ciudad en "aproximadamente un 50%". Según su propuesta, se podrían definir nuevos polígonos de suelo urbano delimitado de edificación residencial que "equilibren xeograficamente os posibles crecementos residenciais en Ourense".
En la CEO
También la junta directiva de la CEO abordó en su última reunión el borrador de la alegación que presentará conjuntamente con la Cámara de Comercio y la Asociación de Constructores y que está abierta a sus representados.
