Los efectos de la borrasca Irene se dejaron notar a lo largo de la geografía ourensana. La jornada de ayer estuvo caracterizada por las lluvias y fuertes ráfagas de viento, especialmente intensas en las sierras orientales de la provincia. Tanto es así, que la estación de Lardeira -situada en Carballeda de Valdeorras- registró ramalazos de 114,8 kilómetros por hora, de acuerdo con la información que ofrecía Meteogalicia al cierre de esta edición.
La fuerza del aire se sintió también en otras cumbres de la provincia. Por ejemplo, en la Serra do Eixo, con vientos de 101,6 km/h. También en el Alto do Rodicio (91,8 km/h), en Cabeza de Manzaneda (90,6 km/h) o en la Serra do Xurés (80,6 km/h), así como en Amiudal, Avión (74,4 km/h). La zona donde menos sopló el viento de Galicia fue el valle del Miño. En la ciudad, las rachas apenas superaron los 22 km/h.
Asimismo, las zonas donde más llovió fueron las del Macizo Central (cerca de 18 litros por metro cuadrado en Cabeza de Manzaneda), el Xurés (15,3 litros por metro cuadrado) y la Serra do Suído (11,7 litros por metro cuadrado), según la información recopilada por las estaciones de Meteogalicia.
La Agencia Estatal de Meteorología activó para la jornada de hoy una alerta amarilla para las zonas de la montaña centro-oriental y del sur de la provincia. El aviso estará en vigor al menos hasta las seis de la tarde, puesto que la previsión es que se registren ráfagas superiores a los 80 km/h. El centro de la borrasca se aproximará a Ourense este miércoles, por lo que la previsión de Meteogalicia es que se acentúe la inestabilidad atmosférica. La agencia autonómica prevé momentos en los que lloverá bastante fuerte. A medio plazo, se baraja que las precipitaciones continúen por lo menos hasta el jueves.