El debate de Telemiño incidió en la necesidad de medidas para evitar el excesivo consumo de alcohol

Botellón: el desacuerdo continúa

Vidal López, José Araújo, Francisco Sotelo, Laura Nóvoa, Fernando Varela, Bibi Ameijeiras y Carlos López.  (Foto: Jose Paz)
¿Prohibir el botellón: sí o no? ¿Serían los ‘botellódromos’ una solución adecuada? Fueron algunas de las cuestiones analizadas en el programa ‘Punto crítico’ de ayer, en Telemiño, que puso de manifiesto que de momento no existe consenso social que permita aportar una solución al problema, aunque sí disposición a continuar debatiendo para encontrarla. Los participantes también incidieron en el preocupante excesivo consumo de alcohol entre los jóvenes y la necesidad de tomar medidas ante ello.
El problema del botellón parece hallarse lejos de una solución en Ourense, al menos por el momento, según pusieron de manifiesto los participantes en el programa ‘Punto Crítico’ que emitió ayer la cadena local ‘Telemiño’, aunque sí coincidieron en la importancia de abrir un debate social para analizar las posibles alternativas y llegar a un acuerdo que satisfaga a todos los implicados y afectados. En todo caso, la última medida del Concello para disuadir la formación de botellones en la Plaza de As Mercedes provocará, a juicio de los participantes, su desplazamiento a otras zonas de la ciudad, con el consiguiente rechazo de los vecinos de cada barrio.

Según expusieron los participantes, tras de este problema subyace la cuestión de cómo conjugar la diversión de los jóvenes con el derecho al descanso de los vecinos, en lo que todos estuvieron de acuerdo. Pero hay otro problema asociado: cómo separar el ocio del consumo de alcohol ya que los datos de un reciente estudio elaborado en la ciudad señalan que la mayoría de los que acuden al botellón toman alcohol en exceso y que quienes acuden a estos encuentros se inician antes en su consumo. De hecho, la edad de inicio del consumo de alcohol en Ourense está en torno a los 13,5 años, uno menos que en el resto de Galicia.

En este sentido, los tertulianos pusieron de manifiesto que los jóvenes hacen lo que ven en su entorno y defendieron la importancia de promover un estilo de vida más saludable, aunque consideraron que esto forma parte ya de acciones a largo plazo.

En todo caso, la alternativa de crear un recinto específico para realizar botellones como medida a corto plazo no gusta a muchos, aunque otros defendieron que en ciudades como Pontevedra sí funciona.

Las intervenciones de los participantes en el debate pusieron de manifiesto otras variables que influyen en el fenómeno del botellón, como el precio de las consumiciones en los locales de copas es excesivo, por lo que pidieron a los hosteleros que ‘tomen nota’. Asimismo, una de las llamadas de los ciudadanos apuntó que el botellón tiene una importante componente social como punto de encuentro y conversación entre jóvenes, ya que en los locales de marcha el volumen de la música es muy elevado y dificulta la conversación.

Los participantes

El concejal de Seguridad Ciudadana, Fernando Varela, apuntó que ‘pode ser que o mellor non estemos facendo todo o suficiente’, pero defendió la decisión adoptada de evitar que se realice botellón en As Mercedes que ‘é zona saturada de ruidos dende hai moitos anos e non é o sitio máis adecuado’, por lo que, ante las reiteradas llamadas, ‘loitamos polo dereito dos veciños’. ‘Era agobiante’, apuntó. Señaló que esta medida se continuará aplicando (también después de las elecciones, según respondió a otro tertuliano) ‘coa colaboración dos mozos’.


Bibi Ameijeiras, trabajadora social de la Concejalía de Sanidad, analizó las dos vertientes que, a su juicio, tiene el botellón: por un lado, la afectación a los vecinos en ruido y molestias y, por otra parte, el consumo de alcohol que, según lo que detectan en los estudios realizados, ‘es muy elevado’. A raíz de los datos que expuso, casi todos los jóvenes que acuden al botellón consumen alcohol y la mayoría de ellos lo hacen en exceso. Según considera, ‘hay que separar el ocio y el alcohol’, si bien señaló que ‘nuestra preocupación es cómo conseguirlo’.

Carlos López, vecino de As Mercedes, puso de manifiesto los problemas de ruido que provoca el botellón y, posteriormente, el que causan los camiones de limpieza. También criticó otras prácticas, como que los jóvenes orinen en la zona, o los problemas que puede causar para los niños que allí queden cristales rotos. Defendió que ‘las personas tienen derecho a la intimidad de su domicilio y el ruido es una agresión a ello’, por lo que considera que, si no se respeta ese derecho, las autoridades tienen que intervenir, pero ‘no lo hacen por dejadez’.

Francisco Sotelo, estudiante, defendió que cuando se habla del botellón no se debe ‘criminalizar a los jóvenes’. Criticó el excesivo precio de las copas en los locales de marcha, que consideró ‘abusivo, nos están timando por beber’. Eso sí, formuló un llamamiento a los jóvenes para que no se emborrachen. Cuestionó las medidas de que el botellón se lleve de un lugar a otro de la ciudad: ‘Ó final acabarán meténdonos nun recinto vallado, o que me recorda a hai 40 anos’ y pidió que no se convierta el botellón en un gueto. ‘Prohibir non é a solución’, argumentó.

Pepe Araújo, concejal del Partido Popular, señaló que ‘colocar unha cinta acotando unha plaza para impedir ós mozos que se reúnan non é unha solución efectiva. Se hai intención de facer o botellón, ó final o problema vai seguir existindo’. A su juicio, el problema es de convivencia, si bien manifestó que acudió una vez a un botellón y que la actitud que vio en los jóvenes fue ‘civilizada’ y que la de la Policía Local, que estuvo informándoles, fue ‘ejemplar’. Concluyó que ‘o ideal é conxugar os dous intereses: os dos que queren descansar e os dos que queren divertirse’.

Vidal López, locutor de Cadena 100, argumentó que ‘se ha defendido siempre que el botellón no moleste a los vecinos, en eso estamos todos de acuerdo’. No obstante, cuestionó que ‘si sale de As Mercedes, se va a otro sitio’ y que los vecinos de cada zona de la ciudad van a defender ‘que o botellón non veña para aquí’. En sus intervenciones señaló que la alternativa de que se habilite un botellódromo ‘pareceríame ben’, ya que sería un espacio -abierto o cerrado- en el que los participantes pudiesen disfrutar, que tuviese un horario y donde el Concello sería responsable de lo que ocurriese allí.



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