La imagen de Otero Pedrayo derribada el sábado será reinstalada antes de 15 días en su base

Buciños reparará por quinta vez una obra suya en la ciudad

La estatua de Otero Pedrayo, en la sede de la Policía Local. (Foto: MIGUEL ÁNGEL)
La escultura de Ramón Otero Pedrayo derribada por tres jóvenes de su pedestal el pasado sábado en la Praza do Correxidor, en la ciudad, fue examinada ayer por su autor, Manuel Buciños, en las dependencias de la Policía Local ourensana, lugar en el que se halla tras el ataque vandálico que hizo precisa su retirada.
Buciños aseguró, tras supervisar la talla en busca de desperfectos -valorada en 60.000 euros-, que, 'por sorte, non ten rozaduras ou golpes apreciables na súa parte metálica, polo que só a romperon pola súa base'. Eso sí, según indicó, el pedestal de piedra, que también fue inspeccionado por el autor, evidencia que los responsables del suceso 'lograron separar a escultura da base, rompendo dous vástagos metálicos de catro centímetros cada un'.

Por ello, tal y como precisa, 'tiveron que subirse ó pedestal e movela con forza para lograr derribala, xa que fora asegurada en maior medida á base tralo ataque que sufríu xa o ano pasado'. Entonces, la imagen apareció con un impacto de bala en su cabeza.


SE FIJARÁ CON UNA PLACA

Asimismo, apunta que la escultura que honra al histórico personaje ourensano será repuesta en su lugar en un plazo no superior a 15 días y que, además, se reforzará la sujeción de la talla a la base con una placa metálica, en vez de con dos puntos de sujeción, como ocurría hasta ahora. En estos trabajos, al igual que ocurrió en ocasiones anteriores por distintas agresiones, participará Buciños, quien ha reparado cuatro veces en los últimos dos años las estatuas de Castelao y Otero Pedrayo en la ciudad (dos veces cada una).

Tras tener conocimiento la Policía Local del ataque que sufrió esta última estatua el pasado sábado, se desplazó a la zona en la que se emplaza una patrulla de agentes, que procedieron a la identificación de tres jóvenes como autores del mismo. Según apuntaron entonces los policías, habrían derribado la talla de su pedestal tras una noche de fiesta.

El Consistorio de Ourense, tras condenar el suceso, ya mostró su intención de repercutir los gastos generados en el incidente incívico a sus responsables o, de ser el caso, a los tutores legales de los mismos.

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