Ayer se cumplió una semana desde la desaparición de Gumersinda Raña, de 87 años de edad, residente en el pueblo de Barroso, en el municipio de Avión.
La búsqueda no ha cesado en toda la semana, participando la Guardia Civil, el Ges (Grupo de Emergencia Supramunicipal) de Avión y numerosos vecinos de distintos lugares del municipio. Entre el sábado y el domingo se realizó un intenso rastreo dado el gran número de voluntarios que se sumaron aprovechando el fin de semana, pero pese a todo, no se halló ninguna pista sobre el paradero de la anciana.
Los vecinos no dejan de referirse a la desaparición misteriosa, sin dejar ninguna pista sobre su destino, lo que genera una impotencia generalizada y un hondo pesar entre sus familiares. Un miembro del Ges manifestaba que "está todo peinado y no hay rastro de ella", asegurando que incluso se amplió la búsqueda por los dos río que hay próximos a Barroso, aunque acceder a sus orillas resultaría demasiado complicado para una mujer octogenaria.
En tierra, y utilizando cada día perros de rastreo, el dispositivo insistió toda la semana en peinar palmo a palmo los entornos de Barroso, Vilar y Cortegazas, llegando incluso hasta Pena Corneira, así cada día desde la mañana hasta que oscurece.
EMBALSE
Hoy se reanudará la búsqueda y está previsto hacerlo también en el embalse de Albarellos, por si hubiese caído al río y el cuerpo fuese arrastrado por la corriente. Para ello, indicaron miembros del Ges que se utilizará una embarcación con el fin de recorrer un buen trecho del cauce. Además, se continuará por tierra, aunque la esperanza de encontrarla se va perdiendo con el paso de los días. "No sabemos donde está, pero la esperanza es lo último que se pierde", apuntaba un vecino de Avión. La última vez que se vio a Gumersinda Raña fue el 23 de febrero, en tono a las 17,00 horas, cerca de su casa de Barroso. La mujer acostumbraba a pasear entre su aldea y la de Vilar, por cuyo motivo en esa zona fue donde se intensificó la búsqueda, que en los últimos días se amplió en varios kilómetros. Gumersinda Raña iba acompañada de su perro de su casa, y aunque el animal regresó, ella no lo hizo, y el perro tampoco logró seguir su rastro.
