“Las cajas han sido un modelo ganador con rasgos que aún siguen funcionando'

José Luis Abelleira en la sede de las oficinas de EVO en Madrid (Foto: Baffypress)
José Luis Abelleira acaba de saltar a la cancha para disputar su partido más importante. Más importante aún que aquel partido que aún recuerda contra el Caja Madrid en el que se jugaban el ascenso a la ACB. Porque Abelleira, además de director general EVO Banco, fue jugador de baloncesto con el Caixa Ourense durante seis temporadas. Desde el pasado mes de diciembre, una vez convertida la caja en banco, fue designado director general de EVO Banco, una de las cuatro unidades que conforman Novagalicia Banco. Desde este cargo ha pilotado la puesta en marcha de este proyecto en el sistema financiero español que comenzó a operar el 12 de marzo.
¿Por qué el lanzamiento de un proyecto tan ambicioso como el de EVO Banco en un momento en el que las prioridades de la entidad están en la búsqueda de inversores y de capital?
Se está trabajando en las dos cosas a la vez. Por un lado se está enfocando la actividad del banco a su estrategia comercial, y por otro lado se está trabajando en la capitalización de la empresa. Son dos actividades que se hacen en paralelo. No podemos paralizar la actividad del Banco y dejar de hacer lo que tenemos que hacer porque se esté trabajando en otros ámbitos.

¿Qué ofrece EVO Banco que no ofrezcan otras entidades que operan en el mercado en estos momentos?
Básicamente nos estamos posicionando en un híbrido, en un punto intermedio entre lo que es la banca on-line y lo que es el mundo de la banca con oficinas físicas. Hasta ahora había estos dos modelos de funcionamiento opuesto y ahora lo que nosotros queremos es crear un modelo intermedio que tenga lo mejor de la banca on-line pero que, además, tenga la referencia de una oficina física en la que pueda atenderle un gestor. Es un modelo que se está desarrollando con éxito en otros países y que es el que vamos a ofrecer a los clientes por medio de nuestra red de 120 oficinas físicas.

El mapa de entidades en España sigue adelgazando y en cambio ustedes lanzan una marca nueva al mercado. ¿Nadan a contracorriente?
No, simplemente aprovechamos las oportunidades que nos da el mercado. El hecho de que la entidades se concentren permite que los competidores de nicho, como vamos a ser nosotros, podamos encontrar nuestro hueco. El sector es cierto que está adelgazando y reduciendo entidades, pero surgen nuevas oportunidades. Los clientes están cambiando la forma de entender sus hábitos y sus relaciones con los bancos y ahí surgen unas oportunidades que vamos a aprovechar.

¿Cuántas cajas tienen que quedar en España?
Es algo muy difícil de definir y no me corresponde a mí decir las entidades que deben quedar. Pero creo que debe haber un número lo suficientemente importante para que el sector sea eficiente, pero también un número alto para que todos los clientes puedan tener una respuesta amplia y atractiva a sus necesidades.

¿Las cajas responden a un modelo antiguo de la vida y la economía españolas? ¿Hay que superar ese modelo de gestión?
Creo que las cajas tienen muchos rasgos diferenciales que han sido muy buenos. Ha sido un modelo ganador durante muchos años, aunque también es verdad que tienen cosas que debemos mejorar. Hay cosas como el modelo de cercanía al cliente, el modelo de prestación de servicio , el modelo relacional que siempre han funcionado con éxito. Frente a eso el modelo de concentración tiene aspectos diferentes, porque no todos los clientes quieren los mismos servicios. La banca de proximidad tienen su nicho, pero también la banca que nosotros vamos a desarrollar tiene un hueco en el mercado.

Este proceso de concentración del mercado bancario deja el camino libre a los grandes bancos y a la banca extranjera. ¿Temen que al final de tanto esfuerzo sea ese el destino de NGB?
Nuestro principal trabajo es buscar inversores y seguir con nuestro proyecto en solitario. Creemos que ese es el modelo que tenemos que seguir porque el Banco tiene unas fortalezas indudables en Galicia, con una cuota de mercado por encima del 40% y en algunos indicadores incluso por encima del 50%. Esa es una fortaleza que no tiene nadie en el sistema financiero español y creo que muy pocos a nivel internacional. Eso nos hace un Banco realmente atractivo y esa complementariedad que nos da el desarrollo esta nueva línea de negocio contribuirá a hacerlo aún más atractivo.

Visto con la perspectiva que da el tiempo... ¿se han cometido errores en la fusión de las cajas gallegas?
Creo que es muy pronto para juzgar con tan poco tiempo todo el proceso de integración. Creo que ha habido muchos aciertos y creo que otras cosas seguramente se podrían haber mejorado. Pero hay que valorar las decisiones que se toman, en los momentos que se toman y con los elementos de juicio que se tiene para tomarlas. Vistas a posteriori hay decisiones que no se entienden ahora, pero que en el momento que se tomaron tenían su justificación. En cualquier caso lo importante, no sólo para nosotros sino para el resto de entidades financieras, es la capacidad de adaptación y reacción ante los constantes cambios normativos y financieros que se están produciendo. La sociedad también se está transformando en muchos ámbitos y tener esa capacidad de adaptación es lo importante. Habrá momentos en los que las decisiones adoptadas sean mejores o peores, pero todo el proceso financiero hay que juzgarlo con cierta perspectiva.

¿Cómo han recibido los clientes de la entidad el nuevo proyecto de EVO Banco?
A los clientes les estamos explicando cómo es el nuevo proyecto. Tenemos una red de 120 oficinas con la marca, pero también un número superior de oficinas con la marca Novagalicia en las que seguimos concentrando los clientes habituales. Creemos que se va a producir una migración natural de clientes. Los que entiendan que van a tener mejor servicio con EVO se pasarán a la nueva entidad, y los que quieran continuar con el modelo tradicional podrán hacerlo. Poco a poco tendrán que converger y el modelo según vaya lanzando nuevos productos y nuevas ofertas acabará asumiendo el negocio de las oficinas que todavía no le pertenecen. n

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