La Xunta ha comprometido su apoyo a las Cámaras de Comercio ante el cambio de la normativa que suprime las cuotas obligatorias de los empresarios, según manifestó el conselleiro Javier Guerra en un encuentro mantenido con representantes de las nueve entidades gallegas, en la que participó el presidente de la ourensana, Celso Barbosa. 'El conselleiro reconoce la importancia de la labor que realizan las Cámaras', destacó.
En este sentido, si bien el decreto emitido por el Gobierno el pasado 3 de diciembre establece que la adhesión a las Cámaras de Comercio sería voluntaria a partir del pasado 1 de enero de 2011, el presidente de la Cámara ourensana confirmó que la entidad sacará al cobro las cuotas este año, ya que se emiten sobre el ejercicio económico de 2009, con lo que entiende que la entidad está obligada a pasar estos recibos y las empresas a abonarlos. 'Si la Cámara no emite estos recibos encurriría en un fraude', porque esas cuotas son exigibles según la ley, indica.
Asimismo, el presupuesto de la entidad ourensana se mantendrá tal y como había sido elaborando antes de que se emitiese el citado decreto. No obstante, Barbosa explica que los técnicos de la Cámara realizarán de modo permanente una labor de reajuste, en previsión de que pudiese haber problemas de cobro, pues si los recibos tienen que ser emitidos por vía ejecutiva se tardaría más en cobrarlos. Barbosa añade que se realizará una permanente labor de ajuste de costes, que no implicará una reducción de personal ni de los servicios prestados, sino la mejora de la eficiencia, así como un mayor esfuerzo para mostrar la utilidad de la Cámara para los empresarios.
Asimismo, el presupuesto de la entidad ourensana se mantendrá tal y como había sido elaborando antes de que se emitiese el citado decreto. No obstante, Barbosa explica que los técnicos de la Cámara realizarán de modo permanente una labor de reajuste, en previsión de que pudiese haber problemas de cobro, pues si los recibos tienen que ser emitidos por vía ejecutiva se tardaría más en cobrarlos. Barbosa añade que se realizará una permanente labor de ajuste de costes, que no implicará una reducción de personal ni de los servicios prestados, sino la mejora de la eficiencia, así como un mayor esfuerzo para mostrar la utilidad de la Cámara para los empresarios.
