La Administración española no ha emitido ningún comunicado oficial advirtiendo a los emigrantes sobre el incremento de la violencia callejera en Venezuela y ello les disgusta, aunque la propia web de Exteriores advierte de la peligrosidad de Caracas. Los secuestros y asesinatos de ciudadanos gallegos no han tenido una respuesta oficial porque desde la Embajada insisten en que, aunque no hay normas escritas, los españoles llevan años tomando precauciones para evitar ser víctimas de la situación del país.
Caracas es una ciudad muy peligrosa, pero ya nos hemos acostumbrado, afirma Diego Quintana, consejero de Información de la Embajada de España en la capital venezolana. Desde la Administración española se asegura que no hay normas escritas ni se ha emitido ningún protocolo para advertir a la población española de la peligrosidad de la ciudad. No hace falta, porque en su día a día los españoles se han dado cuenta de que ésta es una ciudad difícil, con zonas en las que no se debe estar o en la que son precisas unas normas no escritas para evitar cualquier problema.
Hay que evitar salir por la noche y andar solo por las calles, asegura el responsable de Información de la Embajada, quien confirma que en la noche caraqueña saltarse los semáforos no es falta de civismo, sino mero instinto de supervivencia. Por las noches la gente evita parar en los semáforos. Se comprueba antes de llegar que se puede pasar y se acelera, porque los ladrones intentan atrapar a sus víctimas entre dos vehículos, lo que llaman un bocadillo.
La propia Agencia Española de Cooperación Interncional y el Ministerio de Exteriores informan en su página web de la peligrosidad del país: La inseguridad es considerable. Como caso concreto advierte de que el trayecto del aeropuerto de Caracas a la ciudad es muy complicado con numerosos atracos a mano armada, realizados por falsos taxistas que ofrecen sus servicios en el aeropuerto de Caracas. Además, la página web recuerda que robos y agresiones son muy numerosos en la vía pública y se recomienda extremar el cuidado tras la puesta del sol.
INSEGURIDAD CIUDADANA
61 muertos en dos días
Datos oficiales del Gobierno venezolano confirman que en la última década se han triplicado las cifras de la inseguridad. Las muertes por cada 100.000 habitantes han pasado de 19 a 54, un aumento del 184%. El criminólogo venezolano Fermín Martín aseguró a medios locales que el pasado año hubo más de 13.000 asesinatos, aunque el ministro de Interior, Ramón Rodríguez, cifró en 152 la media de muertes violentas semanales en el país y de 40 en la capital. Sin embargo, las cifras desmienten al ministro, ya que en el pasado fin de semana habían computado un total de 61 homicidios en la capital venezolana. El Gobierno se ha visto obligado a enviar a militares a custodiar los autobuses, debido a que en las últimas semanas pararon a varios vehículos para robarlos.
LA COLECTIVIDAD
Casi 34.000 gallegos, 10.300 de ellos ourensanos
Canarios y gallegos conforman la mayor parte de la diáspora española en Venezuela. De cada diez españoles, seis proceden de alguna de estas dos comunidades autónomas, ya que suman el 63,7 por ciento del colectivo emigrante en Venezuela, según los datos del Censo Electoral de Residentes Ausentes.
Los canarios suponen el 36,7 por ciento y los gallegos el 27 por ciento. A fecha de uno de mayo, este registro computa un total de 124.139 españoles con derecho a voto en el país, es decir, mayores de 18 años. En el último año (de mayo de 2007 a mayo de 2008) el CERA se ha incrementado en casi cinco mil personas (4.981). En Venezuela residen en estos momentos casi 34.000 gallegos de los cuales casi 10.300 proceden de la provincia de Ourense.
Hay que evitar salir por la noche y andar solo por las calles, asegura el responsable de Información de la Embajada, quien confirma que en la noche caraqueña saltarse los semáforos no es falta de civismo, sino mero instinto de supervivencia. Por las noches la gente evita parar en los semáforos. Se comprueba antes de llegar que se puede pasar y se acelera, porque los ladrones intentan atrapar a sus víctimas entre dos vehículos, lo que llaman un bocadillo.
La propia Agencia Española de Cooperación Interncional y el Ministerio de Exteriores informan en su página web de la peligrosidad del país: La inseguridad es considerable. Como caso concreto advierte de que el trayecto del aeropuerto de Caracas a la ciudad es muy complicado con numerosos atracos a mano armada, realizados por falsos taxistas que ofrecen sus servicios en el aeropuerto de Caracas. Además, la página web recuerda que robos y agresiones son muy numerosos en la vía pública y se recomienda extremar el cuidado tras la puesta del sol.
INSEGURIDAD CIUDADANA
61 muertos en dos días
Datos oficiales del Gobierno venezolano confirman que en la última década se han triplicado las cifras de la inseguridad. Las muertes por cada 100.000 habitantes han pasado de 19 a 54, un aumento del 184%. El criminólogo venezolano Fermín Martín aseguró a medios locales que el pasado año hubo más de 13.000 asesinatos, aunque el ministro de Interior, Ramón Rodríguez, cifró en 152 la media de muertes violentas semanales en el país y de 40 en la capital. Sin embargo, las cifras desmienten al ministro, ya que en el pasado fin de semana habían computado un total de 61 homicidios en la capital venezolana. El Gobierno se ha visto obligado a enviar a militares a custodiar los autobuses, debido a que en las últimas semanas pararon a varios vehículos para robarlos.
LA COLECTIVIDAD
Casi 34.000 gallegos, 10.300 de ellos ourensanos
Canarios y gallegos conforman la mayor parte de la diáspora española en Venezuela. De cada diez españoles, seis proceden de alguna de estas dos comunidades autónomas, ya que suman el 63,7 por ciento del colectivo emigrante en Venezuela, según los datos del Censo Electoral de Residentes Ausentes.
Los canarios suponen el 36,7 por ciento y los gallegos el 27 por ciento. A fecha de uno de mayo, este registro computa un total de 124.139 españoles con derecho a voto en el país, es decir, mayores de 18 años. En el último año (de mayo de 2007 a mayo de 2008) el CERA se ha incrementado en casi cinco mil personas (4.981). En Venezuela residen en estos momentos casi 34.000 gallegos de los cuales casi 10.300 proceden de la provincia de Ourense.
