El accidente dejó un herido grave mientras la Confederación Hidrográfica trata de atajar el vertido

Una cargamento de calamares cae al Miño tras el choque de un turismo y un camión

Un accidente de tráfico entre un turismo y un camión articulado en la N-120, en el municipio de Nogueira de Ramuín, dejó herido grave al conductor del primero. Pero el choque frontal provocó nuevos accidentes, pues el camión se salió de la vía, cayó por un terraplén, provocó un accidente forestal, y cuando recaló en el cauce del río Miño, vertió al agua distintos líquidos, además de la carga del remolque, consistente en calamares congelados. La Confederación Hidrográfica colocará hoy barreras protectoras.
Un hombre, con las iniciales J.R.I., resultó herido grave en un accidente de circulación ocurrido ayer en la carretera N-120, al colisionar, de modo frontal, el vehículo que conducía contra un camión articulado. Según informó la Guardia Civil de Ourense, el suceso tuvo lugar sobre las 15.35 horas, en el punto kilométrico 555, a su paso por el municipio de Nogueira de Ramuín.

Como consecuencia del accidente, el chófer del camión, C.D.Q., resultó ileso, mientras que el conductor del vehículo resultó herido grave y tuvo que ser trasladado en un helicóptero medicalizado del 061 al Complexo Hospitalario de Ourense.

La aparatosidad del accidente, que obligó a la Guardia Civil a cortar el tráfico de la N-120 en ambas direcciones, provocó a su vez nuevos y rocambolescos accidentes. Primero, cuando se originó un incendio forestal, después que el camión, que se salió de la vía, se despeñase por un terraplén. Posteriormente, cuando al ir a parar al cauce del río Miño, el camión vertió parte de su carga. Ello obligó a intervenir de inmediato a la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil, toda vez que entre sus competencias está velar por la calidad del agua al producirse accidentes de estas características. Fuentes de la Confederación confirmaron que al recalar en el río el vehículo, se produjo un primer vertido al agua, si bien pequeño, de los líquidos propios del camión: aceite, gasoil así como el líquido de frenos.

No obstante, esa sólo iba a ser la primera parte del problema, pues las puertas del remolque acabaron abriéndose y saliendo una parte de la carga, que consistía en calamares con gelados, embalados en envoltorios de plástico.

A fin de evitar que se expandiesen por el río, y la corriente acabase arrastrando los plásticos, la Confederación Hidrográfica resolvió instalar a lo largo del día barreras de protección para detener el vertido.


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