La asociación religiosa Cáritas oferta 22 apartamentos en el número seis de la calle Rafael Dieste de la ciudad para familias con rentas bajas. Las viviendas serán ocupadas por los beneficiados en régimen de alquiler por 150 euros al mes.
Cocina completa, dotada de frigorífico, fregadero, horno, placa de vitrocerámica, armarios y microondas, además de un tendal comunitario, lavandería con secadora incluida o garaje. Estas son algunas de las características de los 22 apartamentos que ofrece la asociación religiosa Cáritas para que sean ocupados por familias con rentas bajas, que sus ingresos no superen los 7.381 euros al año.
Las viviendas fueron presentadas ayer por el presidente del colectivo, Miguel Pérez de Juan, y están situadas en el número seis de la calle Rafael Dieste de la ciudad. Los interesados, además de la falta de recursos, deben estar entre los 18 y 35 años o superar los 60.
Para los primeros hay 10 viviendas y para los segundos 12. Las solicitudes está a disposición de todos los posibles beneficiados en la sede de Cáritas para que, una vez cumplimentadas, las presenten entre el 1 y el 16 de octubre, afirmó Pérez de Juan. El listado de adjudicatarios será dado a conocer el 4 de enero del próximo año.
La entrega de los 22 apartamentos forman parte del programa de vivienda que tiene en marcha Cáritas desde el año 1999. Fueron construidos en colaboración con la Xunta para, según el presidente de Cáritas, que muchas personas puedan acceder a una vivienda, que de no ser así no le sería posible, aseguró.
Según Pérez de Juan, el coste actual de una vivienda está actuando sobre muchas familias como elemento de presión permanente, que se traduce en fracaso escolar, índice de natalidad, conflictos familiares, cuidado de los padres, entre otros problemas, apuntó, recalcando que el endeudamiento hipotecario de las familias españolas en la compra de una vivienda supera los 670 millones de euros a fecha del pasado mes de julio, un 0,7% más que el año 2008 en el mis mo período.
Los adjudicatarios de las casas las ocuparán en régimen de arrendamiento por lo que tendrán que abonar 152 euros cada mes.
Casa de acogida
El programa de vivienda de Cáritas comenzó dando apoyos económicos a familias necesitadas para el pago de alquileres y facturas básicas, como gastos de comida, luz y compra de ropa. Al mismo tiempo, el colectivo también prestaba asesoramiento y mediaba para lograr alquileres de casas a precios económicos para ser ocupadas por personas sin recursos, sobre todo inmigrantes. En el 2005, Cáritas detectó, según dio a conocer Pérez Juan, un aumento en sus oficinas de personas en situación de exclusión social. Todas ellas solicitaban ayuda dado que habían perdido su autonomía. Entonces, decidimos abrir cuatro viviendas, que son más bien alojamientos transitorios en los que se acogen familias que están atravesando dificultades, señaló el presidente de Cáritas.
A los pocos meses, el colectivo abrió otras dos viviendas, una para dar cabida a mujeres maltratadas o que pretendían salir de la prostitución y la otra para acoger a reclusos de la cárcel de Pereiro que no tienen familia o un lugar al que acudir en sus salidas del centro penitenciario de Pereiro de Aguiar.
El gasto en ayudas se dispara
La crisis económica aumentó considerablemente las peticiones de ayuda en Cáritas. Durante los primeros seis meses del 2009, la asociación entregó 193.950 euros en ayudas a colectivos desfavorecidos. La variación interanual en estos primeros seis meses fue de un 173%, apuntó Pérez de Juan.
La mayoría de las ayudas son para pagar alquileres de vivienda, que en el 2008 ascendieron a 17.856 euros. En los primeros seis meses de este año, la cifra ya asciende a 38.987.
Para la compra de alimentos, la asociación entregó el año pasado 20.025 euros y este año ya lleva repartidos 12.000 euros. Una situación similar se da en las ayudas para atención sanitaria, 1.795 en el 2008 y 1.472 en el primer semestre de este año.
En ropa y calzado, según explicó ayer Pérez de Juan, fueron entregados en el 2008 un total de 1.374 y este año ya llevan contabilizados 616 euros. De las ayudas que entrega Cáritas, sólo se notó un descenso de peticiones para paliar gastos de transporte, que el año pasado requirieron 5.693 euros. Este año, la cifra es de 1.311. Las ayudas que estamos dando se concentran en conceptos: la vivienda y la educación-formación, apuntó el presidente del colectivo. Entre los solicitantes hay todo tipo de personas.
Las viviendas fueron presentadas ayer por el presidente del colectivo, Miguel Pérez de Juan, y están situadas en el número seis de la calle Rafael Dieste de la ciudad. Los interesados, además de la falta de recursos, deben estar entre los 18 y 35 años o superar los 60.
Para los primeros hay 10 viviendas y para los segundos 12. Las solicitudes está a disposición de todos los posibles beneficiados en la sede de Cáritas para que, una vez cumplimentadas, las presenten entre el 1 y el 16 de octubre, afirmó Pérez de Juan. El listado de adjudicatarios será dado a conocer el 4 de enero del próximo año.
La entrega de los 22 apartamentos forman parte del programa de vivienda que tiene en marcha Cáritas desde el año 1999. Fueron construidos en colaboración con la Xunta para, según el presidente de Cáritas, que muchas personas puedan acceder a una vivienda, que de no ser así no le sería posible, aseguró.
Según Pérez de Juan, el coste actual de una vivienda está actuando sobre muchas familias como elemento de presión permanente, que se traduce en fracaso escolar, índice de natalidad, conflictos familiares, cuidado de los padres, entre otros problemas, apuntó, recalcando que el endeudamiento hipotecario de las familias españolas en la compra de una vivienda supera los 670 millones de euros a fecha del pasado mes de julio, un 0,7% más que el año 2008 en el mis mo período.
Los adjudicatarios de las casas las ocuparán en régimen de arrendamiento por lo que tendrán que abonar 152 euros cada mes.
Casa de acogida
El programa de vivienda de Cáritas comenzó dando apoyos económicos a familias necesitadas para el pago de alquileres y facturas básicas, como gastos de comida, luz y compra de ropa. Al mismo tiempo, el colectivo también prestaba asesoramiento y mediaba para lograr alquileres de casas a precios económicos para ser ocupadas por personas sin recursos, sobre todo inmigrantes. En el 2005, Cáritas detectó, según dio a conocer Pérez Juan, un aumento en sus oficinas de personas en situación de exclusión social. Todas ellas solicitaban ayuda dado que habían perdido su autonomía. Entonces, decidimos abrir cuatro viviendas, que son más bien alojamientos transitorios en los que se acogen familias que están atravesando dificultades, señaló el presidente de Cáritas.
A los pocos meses, el colectivo abrió otras dos viviendas, una para dar cabida a mujeres maltratadas o que pretendían salir de la prostitución y la otra para acoger a reclusos de la cárcel de Pereiro que no tienen familia o un lugar al que acudir en sus salidas del centro penitenciario de Pereiro de Aguiar.
El gasto en ayudas se dispara
La crisis económica aumentó considerablemente las peticiones de ayuda en Cáritas. Durante los primeros seis meses del 2009, la asociación entregó 193.950 euros en ayudas a colectivos desfavorecidos. La variación interanual en estos primeros seis meses fue de un 173%, apuntó Pérez de Juan.
La mayoría de las ayudas son para pagar alquileres de vivienda, que en el 2008 ascendieron a 17.856 euros. En los primeros seis meses de este año, la cifra ya asciende a 38.987.
Para la compra de alimentos, la asociación entregó el año pasado 20.025 euros y este año ya lleva repartidos 12.000 euros. Una situación similar se da en las ayudas para atención sanitaria, 1.795 en el 2008 y 1.472 en el primer semestre de este año.
En ropa y calzado, según explicó ayer Pérez de Juan, fueron entregados en el 2008 un total de 1.374 y este año ya llevan contabilizados 616 euros. De las ayudas que entrega Cáritas, sólo se notó un descenso de peticiones para paliar gastos de transporte, que el año pasado requirieron 5.693 euros. Este año, la cifra es de 1.311. Las ayudas que estamos dando se concentran en conceptos: la vivienda y la educación-formación, apuntó el presidente del colectivo. Entre los solicitantes hay todo tipo de personas.
