Carlos Méndez: “Antes tardabas un día en encontrar piso, ahora tardas una semana”

Carlos Méndez, estudiante de Ciencias y Tecnología de la Alimentación en el Campus de Ourense.
photo_camera Carlos Méndez, estudiante de Ciencias y Tecnología de la Alimentación en el Campus de Ourense.

¿Es difícil encontrar piso en Ourense? Carlos Méndez cuenta su experiencia

Carlos Méndez, natural de O Barco de Valdeorras, es un veterano en la búsqueda de pisos en Ourense. Lleva siete años estudiando Ciencia y Tecnología de los Alimentos, los mismos que viviendo en la ciudad. “En el primer año estuve en un piso caro, de 200 euros por persona, al siguiente me mudé a uno de 100 y después me volví a cambiar”. La principal diferencia que destaca es la disponibilidad: “Si antes tardabas un día, ahora tardas una semana”. 

Afirma que en Ourense “no hay pisos en descomposición, como pasa en Santiago”, pero “siempre hay cuchitriles”. Desde su experiencia prefiere “pagar más y no vivir en una pocilga”, como cuando tenía 18 años.

Carlos asegura que el alquiler aumentó entre 60 y 80 euros por persona en el último lustro. “Durante estos años siempre me encontré el alquiler entre 100 y 200 euros, dependiendo de los pisos. Ahora subieron de precio, pero siguen en ese rango, sobre 160 y 180 euros”, explica. 

Requisitos

Además de la disponibilidad, en su última búsqueda encontró que las exigencias habían cambiado respecto a los últimos años: “Los propietarios piden avales, firmas, si tú no tienes ingresos que venga un padre tuyo a firmar… cuando antes no era así”. Le llama la atención como muchos de los arrendadores piden “dos meses de fianza y si no lo quieres tú, viene el siguiente”, a pesar de que sea ilegal. 

Sexo

En este caso, por ejemplo, no encontró discriminación por sexo. “La casera decía que prefería chicas, pero una vez se ponga el dinero encima de la mesa les da igual. Es un poco más difícil, pero Ourense sigue estando bien”. Se declara fan de la ciudad: “En comparación con Santiago, Ourense está genial para vivir”.

En resumen, nota “menos disponibilidad y más trabas, como los dos meses de fianza”, cuando hace unos años era “impensable”.

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