Un empresario de la construcción y el dueño de una carpintería ya les ofrecieron un puesto de trabajo, y las ayudas se suceden

El caso de José Manuel y María despierta la solidaridad ciudadana

José Manuel y María, cada uno con uno de los niños, en su piso de Ourense. (Foto: XESÚS FARIÑAS)

La historia de José Manuel y Marina, que con dos hijos de cuatro y cinco años subsisten con la ayuda familiar de ella de 426 euros -un dinero que dejarán de percibir en marzo-, ha provocado una oleada de solidaridad desde el mismo momento de su publicación en La Región el pasado domingo.

El mismo lunes, un empresario de la construcción solicitaba el teléfono de José Manuel para ofrecerle un puesto de trabajo. 'El artículo me llegó al alma, sobre todo la historia de los niños, porque yo también tengo dos hijos. Tenía la posibilidad de ofrecerle un empleo y por eso me quise poner en contacto con él', explica M.D., quien como el resto de vecinos de Ourense que estos tres días han mostrado su deseo de ayudar a esta familia sobre la que se ha puesto el foco, quiere mantenerse en el anonimato.

Pero no ha sido el único en ofrecer una salida al túnel en el que se encuentra esta familia. 'Esta misma mañana (por ayer) estaba buscando el papel que me faltaba para entregar en esa empresa de la construcción, cuando me llamó un chico que había hecho conmigo el curso de ebanistería y que me había reconocido en la foto del periódico, y me dijo que iba a hacerse cargo del taller de carpintería de su padre, que se había jubilado, y que si quería trabajar con él', explica José Manuel, que finalmente optará por este último empleo, 'porque el otro, que en un primer momento iba a coger con los ojos cerrados, requería desplazarse por toda España'. 'Yo tengo artrosis y hay meses en que no puedo valerme, así que José Manuel debe ocuparse de atender a los niños, y si no estuviera en Ourense, no podría hacerlo', tercia Marina.

Las de estas dos personas no han sido las únicas llamadas interesadas por ayudar. D.P., vecina de Ourense, explica: 'Me tocó la fibra sensible la situación de esos dos niños', una circunstancia que le llevó a 'darles una ayuda económica, dentro de mis posibilidades'.

Otra persona, F.D., 'tras conocer la triste situación por la que pasa una familia de esta ciudad' ofreció 'una pequeña ayuda en forma de carrito de compra'.

Son sólo algunas de las personas interesadas por la difícil situación que José Manuel y Marina están pasando, y que comparten con más de ocho mil personas en la provincia. 'A otros los que estén en mi misma situación les diría que no se rindan nunca ni pierdan la esperanza y que estén seguros de que si se cierra una puerta, se abrirán dos, aunque hay que estar preparado para aprovechar las oportunidades. Yo hace una semana estaba como estaba y ahora...', anima emocionado José Manuel, que quiere dejar claro que 'mi intención no era salir en el periódico, accedí para dar a conocer un problema porque no nos afecta sólo a nosotros, sino a muchas familias', y destaca ese espíritu solidario de la gente: 'Es lo que le decía a mi madre estos días, nos han dado comida, nos han dado ropa, nos han ofrecido trabajo... las personas ayudan'.

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