El pregonero de las fiestas de Ourense, Armando Álvarez, llegó con su rueda de afilar a la Praza Maior, en la que le aguardaban centenares de ourensanos, en un acto en el que la tradición y la diversión se cogieron de la mano.

El chiflo del afilador, señal de fiesta

Armando Alvarez llega a la Praza Maior con su rueda de afilar. Su entrada cierra el documental que se ha grabado sobre los afiladores. (Foto: FOTOS: MARTIÑO PINAL)
Los afiladores y paragüeros estuvieron ayer de celebración arropados por centenares de ourensanos que se concentraron en la Praza Maior para ver la llegada de su representante, el afilador Armando Álvarez, que se encargó de leer el pregón de las fiestas de Ourense.
Las terrazas repletas de personas que trago a trago intentaban combatir las altas temperaturas que todavía se registraban a esas horas, aguardaban, mientras los niños daban cuenta de su gran impaciencia. En definitiva, una estampa veraniega a la que los humoristas Cándido Pazó y Avelino González pusieron la nota de humor. 'Os afiadores viven como mellor se vive, camiñando e adquirindo cultura', dijo uno de los monologuistas momentos antes del inicio del acto. Y el protagonista no se hizo esperar, el sonido de su chiflo anunció su entrada.

Armando Álvarez apareció entre un pasillo conformado por una treintena de ruedas de afilar -26 simples, dos en bicicletas y dos en motocicletas- del Museo Florencio de Arboiro, que desprendieron chispas de colores. A continuación, sonoros aplausos y fuegos de artificio.

Ya en el escenario fue la teniente de alcalde del Concello de Ourense, Isabel Pérez, la encargada de recordar que 'hoxe somos máis que nunca afiadores e paragüeiros'. Además, deseó unas felices fiestas a todos los ourensanos y dio la bienvenida al pregonero. También en el palco se encontraba el alcalde de Ourense, Francisco Rodríguez, y ya entre el público miembros de la Corporación municipal.

Armando Álvarez recordó sus inicios en el oficio, que le llevaron con 18 años a abandonar su parroquia, San Xurxo, para afilar por diferentes lugares. Asimismo, aseguró que cuando le veían la gente decía: 'Este é de Ourense, da terra da Chispa e seguro que chove'.

Durante su intervención el afilador recordó a las mujeres que también se sumaron al oficio, y llegó el instante en el que la emigración cobró protagonismo. En referencia a sus últimos viajes, Armando Álvarez explicó que 'se antes recorriamos os pobos cunha roda de afiar, agora os que emigran levan unha carreira ou unha oposición'; un mensaje con tintes reivindicativos que concluyó con un deseo: 'Que as rodas dos ourensáns non deixen de xirar polo mundo'.

Acto seguido, el cielo se adornó con centenares de globos de colores y comenzó a sonar la música. Pero pocos abandonaron la plaza, la mayoría se quedó para seguir el concierto de O Sonoro Maxín. Ahora sí, las fiestas contaron con su pistoletazo de salida vinculado más que nunca a la tradición y a los orígenes de Ourense, aunque otras actividades realizadas durante el pasado fin de semana sirvieron de aperitivo de estas fechas en las que los ourensanos viven con especial ilusión.

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