Los Orzamentos de la Xunta para 2023 consignarán para la provincia un total de 1.571 millones de euros, un alza de 101 millones (6,4%) respecto al año pasado, superando el umbral de los 5.000 euros por habitante (5.168), 359 euros más que en 2022. Así Ourense es la segunda de las provincias gallegas con mayor gasto por habitante, superado por Lugo (5.288), pero por delante de A Coruña (4.024) y Pontevedra (3.913), lo que según destacó el Gobierno autonómico, redunda en el “reequilibrio territorial”. El proyecto de Orzamentos que ayer entregó el conselleiro de Facenda, Miguel Corgos, al presidente del Parlamento, Miguel Santalices, para iniciar su tramitación parlamentaria, blinda el avance en las inversiones sanitarias (que se lleva el 36% de toda la inversión en la provincia), de nuevo la piedra angular sobre la que pivotan las cuentas de la Xunta.
El Plan Director del Complexo Hospitalario Universitario de Ourense (CHUO), con 19 millones, repite como principal inversión en la provincia. Ahí se incluyen 7 millones para el nuevo edificio de hospitalización que se están ejecutando; 6,5 millones para la reforma de la UCI; y 2,7 millones para la reforma del área de Cardiología intervencionista, ya licitada. También se incluyen partidas para continuar las mejoras en hospitales comarcales, con 3,4 milones para la ampliación del de Verín, ya en marcha, y más de 400.000 para completar la reforma de consultas externas, hospital de día, farmacia y área de cirugía mayor ambulatoria de Valdeorras.
El proyecto presupuestario destina 3,4 millones para poder iniciar las obras de la esperada obra de construcción del nuevo edificio que aglutinará en un mismo espacio el PAC (Punto de Atención Continuada) de Ourense y el centro de salud Nóvoa Santos, que se demolerá y se construirá de cero. Se consigna más del doble que el año pasado. En el apartado sanitario se incluyen también partidas para elaborar los proyectos de nuevos centros de salud en Boborás y Muiños -que se licitarán este año-, y los de Carballiño y A Rúa.
Más allá del apartado sanitario, las partidas más abultadas se centran en blindar la ejecución de dos proyectos que quedaron paralizados por el alza de precios. En el caso del parque acuático de Monterrei, la Xunta consigna 6,41 millones para concluir en 2023 la obra, una subida considerable para hacer atractiva la licitación (en el anterior presupuesto se habían consignado 5,23 millones). También se reservan 7,9 millones para el Centro para personas con discapacidad mayores de 21 años (CAPD) en Barrocás, con la previsión de arrancar la obra (paralizada por la crisis de precios) en próximas semanas y acabarla en 2023. Copasa será la adjudicataria del nuevo procedimiento y los Orzamentos suben la inversión para corregir el alza de precios (el año pasado, la partida ascendía a 6,69 millones).
Otras inversiones se centran en ampliaciones en el Polígono y la Tecnópole, la humanización de la avenida das Caldas o el compromiso con la Circunvalación Este (que conecta Benposta con la N-525). En este caso, aunque para 2023 solo hay 250.000 euros, se recoge el compromiso para 2024 y 2025 de 7 millones, lo que permitiría acometer las obras. El Plan de Regadío de A Limia, la ampliación del parque empresarial de Xinzo, la mejora de las carreteras OU-533 y OU-540, la creación de polos de emprendimiento o la mejora de la travesía de A Rúa también se cuelan entre las inversiones más altas, junto a la macrosenda que cruzará la ciudad de norte a sur o la nueva sede autonómica.
En lo referente al apartado de inversiones que se echan en falta figura de nuevo el Ecobarrio de A Ponte, que languidece con apenas 100.000 euros (menos todavía que los 175.000 del año en curso), así como el Centro de Ciberseguridade de la Tecnópole o el Centro Integral de Loita contra o Lumem, iniciativas para las que no aparecen partidas específicas.
