El vial permitirá la conexión de la carretera de Trives con la N-525 y el acceso a la autovía A-52

La circunvalación este sólo tiene la mitad de su trazado abierto y el resto continúa sin fecha

Tramo inicial de la circunvalación este, próximo al enlace con la OU-536 en Os Viros. (Foto: Xesús Fariñas )
La circunvalación este de la ciudad comenzó a ejecutarse en 2001, pero a día sólo está abierta la mitad. La vía será operativa cuando se construyan las otras dos fases pendientes, entre Rairo, Seixalbo y la N-525 a la altura del acceso sur de la autovía (lo que permitirá conectar la OU-536 con la A-52), para las que no hay fecha.
Con la mitad de la circunvalación este aún sin construir, los dos tramos que están abiertos (entre Os Viros, A Granxa y Rairo) configuran una de las vías menos utilizadas de la ciudad. La razón: no es operativa, mientras no se construyan las otras dos fases previstas, las de Rairo-Seixalbo y Seixalbo-N-525 (a la altura del acceso sur de la A-52), para las que no hay fecha.

La historia de esta obra tiene ya más de una década. De hecho, su inicio fue comprometido para el año 1999, si bien se demoró hasta 2001. Fue entonces cuando comenzó a ejecutarse la primera fase, el tramo entre Os Viros (donde conecta con la carretera de Trives, la OU-536) y A Granxa, que abrió dos años después. A finales del ejercicio de 2004 se inició la ejecución de la siguiente fase, entre A Granxa y Rairo, cuya apertura al tráfico se produjo en noviembre de 2006. En ese momento, se anunció que la tercera fase, entre Rairo y Seixalbo, comenzaría en 2007 y, de hecho, en el verano de ese año se licitó la obra, aunque no se adjudicó hasta enero de 2008, por 1,7 millones y un plazo de ejecución de 18 meses.

No obstante, la tercera fase del tramo contó con una fuerte oposición vecinal en Seixalbo, cuyos vecinos temían la afectación en la zona, particularmente porque consideraban que esta obra no estaba coordinada con la del acceso de alta velocidad. Final mente, lograron el compromiso del Concello y de la Consellería de Política Territorial para no iniciar la ejecución hasta que no se conozca el lugar exacto por el que accederá la línea de AVE a Ourense (que a día sigue sin concretarse). Por ello, aún no hay plazos para esta tercera fase y mucho menos para la cuarta, entre Seixalbo y la N-525 a la altura del acceso sur de la A-52. Esta última fase permitiría cerrar un cinturón en la zona este de la ciudad, que enlazaría la carretera OU-536 con la N-525 y el acceso a la autovía, cuya finalidad es canalizar el tráfico que ahora tiene que entrar al centro de la ciudad. También supondrá una importante vía de salida para barrios como San Francisco o la Residencia, que podrían conectar casi directamente con la A-52 sin tener que atravesar la ciudad.

Reflejo presupuestario
La obra, no obstante, apareció recogida en los presupuestos de los últimos años y también en los del presente ejercicio. Así, las cuentas autonómicas de 2007 recogían una inversión de dos millones de euros para la tercera fase y 150.000 euros para expropiaciones, pero no hubo obras. Tampoco comenzaron en 2008, año para el que los presupuestos autonómicos incluían 415.658 euros para expropiaciones y 1.232.068 euros para obras en la tercera fase, así como 200.000 euros para el cuarto tramo. Incluso en los presupuestos de 2009 aparece una partida de 304.419 euros para el tercer tramo, más otros 100.000 euros que, supuestamente, se destinarán a las expropiaciones de la cuarta fase de la vía.

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