La ciudad da un paso atrás en la desescalada y afronta nuevas restricciones para evitar más contagios de covid, unas medidas que también fueron adoptadas ayer en otros municipios de la comunidad (Santiago, Santa Comba, A Laracha, Carballo -A Coruña-) tras el fuerte incremento de casos positivos (ya se habían implantado anteriormente en Lugo y algunas localidades coruñesas).
Las medidas, que por la mañana anunció el conselleiro de Sanidade, Jesús Almuiña, publicadas a última hora de ayer en el Diario Oficial de Galicia (DOG), pretenden frenar la tendencia alcista de los contagios de la última semana, sobre todo, entre la población de mayor edad.
Desde la pasada madrugada se restringen al 50% los aforos en hostelería, comercio, bibliotecas, academias, autoescuelas, centros lúdicos infantiles, lugares de culto, ferias, alojamientos hoteleros y piscinas, entre otros que hasta ahora estaban al 75% de la capacidad. Las reuniones privadas se limitan a un máximo de 10 personas, los centros de día paralizan su actividad y las residencias restrigen las entradas y salidas. A las personas mayores de 75 años en la ciudad –14.688 vecinos en total– se les recomienda evitar salir de sus domicilios en las horas del día de mayor afluencia.
Almuiña recuerda la importancia de respetar las medidas de prevención y apela a la responsabilidad individual: "A confianza entre grupos leva a non levar máscara e aí aparecen un número importante de cadeas de transmisión".
Seis brotes en seis días
La situación epidemiológica de la ciudad cambió radicalmente en la última semana, lo que aceleró la respuesta por parte de Sanidade. En apenas seis días, el escenario ourensano mudó de brotes pequeños y acotados dentro del ámbito familiar a contagios descontrolados de tipo social.
El principal foco se encuentra en una zona del barrio de Mariñamansa, donde el pasado día 27 se detectaron nueve contagiados. Horas después, la gerencia del área sanitaria decidía realizar un cribado entre 250 y 300 vecinos y comerciantes del área afectada, para conocer el alcance real de la transmisión comunitaria y encontrar asintomáticos entre la población. "Estamos preocupados, pero non alarmados. No momento no que detectamos que os positivos non eran das mesmas familias e que a media de idade era alta, decidimos actuar", aseguraba el pasado viernes el gerente del área sanitaria, Félix Rubial, a La Región.
Ante el número de positivos del cribado –el brote suma ya 24 afectados y ha causado el cierre de varios establecimientos de la zona–, las restricciones de la vida social de los ourensanos no se han hecho esperar.
Al margen de Mariñamansa, el municipio registra cinco brotes más, que suman 20 positivos. Según pudo saber este periódico, ya son varios los locales que han cerrado sus puertas en diversas zonas de la ciudad, como en el barrio de A Milagrosa (dos cafeterías) o As Camelias (un bar). Las autoridades recuerdan la importancia de respetar las medidas de prevención –distancia social, uso de mascarilla e higiene de manos–. Las nuevas restricciones se mantendrán hasta que el número de nuevos contagios y brotes diarios se reduzca.
