DEMOGRAFÍA

La ciudad de Ourense no recuperó aún la población que se fue al rural en la pandemia

Vista panorámica de la ciudad.
photo_camera Vista panorámica de la ciudad.
Ourense es, con Ferrol, la única ciudad de Galicia que perdió población desde la pandemia

La situación demográfica de la ciudad continúa dibujando un panorama agridulce: Ourense ganó población en los últimos meses de los que hay datos, pero sigue sin recuperar los habitantes anteriores al éxodo de la pospandemia. Las recientes cifras de población elaboradas por el Instituto Galego de Estatística (IGE) reflejan que en el concello había 104.195 personas a fecha de julio de 2023. Son 383 menos que en enero de 2021. Por aquel entonces, las siete ciudades gallegas se asomaban a sendas caídas de población tras el éxodo de residentes al rural que provocó la pandemia.

Solo Ourense, junto a Ferrol y Pontevedra -esta última, por la mínima- continúan sin recuperar la población que reunían en aquel momento. La ciudad de As Burgas es la que más lejos se sitúa de recuperar aquella marca demográfica en términos absolutos, ya que a Ferrol le faltan 248 habitantes y a Pontevedra, solo 13. Proporcionando los datos sobre la población total, solo Ferrol empeora el decrecimiento ourensano del 0,37%, aunque por apenas una centésima.

Dos ciudades aprovechan este tropiezo demográfico para recortar distancias con Ourense. La capital provincial podría convertirse en el cuarto o quinto concello gallego a medio plazo ante el avance de Santiago y Lugo. La urbe compostelana alcanza los 99.835 habitantes, al borde del umbral de los cien mil, después de un espectacular crecimiento de 2.037 residentes, un 2,1% más. Mientras tanto, la otra capital de interior incorporó 925 pobladores y llega a los 98.439.

Ya desde hace años, ambas ciudades gozan de tendencias bien diferentes a la de Ourense, que abrió 2003 con una ventaja de más de 16.500 habitantes sobre Compostela. Ahora, esa distancia se reduce a menos de 4.400.

A Ourense se le atraganta la demografía, y otra prueba de ello está en la subida de habitantes entre enero y julio del año pasado. Las siete ciudades crecieron, pero la capital provincial solo lo hizo en ocho personas y se convirtió en la que guarda un peor registro.

En los mismos seis meses, A Coruña ganó 192 habitantes; Lugo, 250; Pontevedra, 636; Ferrol, 675; Vigo, 1.015, y la cuarta ciudad gallega, Santiago, 1.119.

Los habitantes crecieron en 43 concellos hasta julio

El balance demográfico de la primera mitad del 2023 refleja división: los habitantes crecieron casi en la mitad de concellos ourensanos (43), en uno no variaron y en el resto (48), cayeron. El rural exhibe músculo: las subidas están encabezadas por Trives, que rebasa la barrera de los dos mil pobladores después de un aumento de 116. Ahora cuenta con 2.098 residentes, según el IGE. Pereiro atrajo 95 personas (6.738) y Boborás, 62 (2.287), mientras que Vilar de Barrio sumó 56 (1.260) y San Xoán de Río, 44 (562).

En el lado opuesto de la balanza está Barbadás, municipio que perdió 177 residentes hasta el ecuador de 2023. Así, rebaja su cifra de población hasta las 10.956 personas. O Carballiño cayó en 120 pobladores y ahora se sitúa en los 13.841. Cerrando el ranquin de los tres concellos más castigados por la despoblación, A Mezquita perdió una décima parte de su padrón con un desplome de 100 vecinos (909). Según el IGE, la provincia dejó de contar con 362 residentes hasta julio, estimando 304.201 habitantes.

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